Un magrebí denuncia una paliza en Bilbao por consumir alcohol en Ramadán
La Policía analiza un vídeo en el que se observa la agresión a un hombre que reclamaba «su sitio» en una nave abandonada en el entorno de Buia
Un ciudadano marroquí ha denunciado un supuesto delito de odio cometido por al menos dos personas, a las que acusa de agredirle en una nave ... abandonada en las inmediaciones de Bilbao por no respetar el Ramadán, el mes sagrado del Islam. Mohamed (nombre ficticio) insiste en que no es la primera vez que recibe una paliza por este motivo. Hace un año también fue golpeado después de aparecer cerca de un albergue para personas sin hogar después de haberse tomado algunas cervezas. Pero en esta ocasión ha aportado un vídeo -que está estudiando la Policía- para sustentar sus acusaciones.
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En la grabación a la que ha tenido acceso EL CORREO se observa a Mohamed llegando a un pabellón abandonado en el que viven varias personas sin hogar. Este hombre, de 34 años, se encontró a alguien durmiendo en su esquina. Puso el móvil a grabar y empezó a pedirle que se vaya de allí. ¿Por qué grabó lo ocurrido? Según explica Miguel, un vecino de Bilbao que le está ayudando en lo que puede, lo hizo porque después de las últimas agresiones que ha sufrido -hace unas semanas también le golpearon y le cortaron la coleta- le recomiendan que trate de dejar constancia de este tipo de sucesos.
En las imágenes se observa a Mohamed pidiendo su sitio. Al parecer había tomado varias cervezas. Le dice que allí tiene sus pertenencias. Se lo pide varias veces. El otro hombre le contesta que no todo es suyo. También le recrimina que no está realizando el ayuno y que quiere «fastidiarle» el día. Después de varias peticiones -con algún tirón de manta incluido-, el hombre que estaba durmiendo se levanta y comienza a golpearle.
Después aparecen otras personas que tratan de separarlos. Según las fuentes consultadas, el agresor justifica lo que está haciendo con el argumento de que Mohamed está «borracho». Poco después aparece otro individuo que le dice a la víctima que es la «última vez» que aparece por allí borracho y que se busque la vida.
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Mohamed era lo que en Marruecos se conoce como «wlad ihram», que quiere decir hijo del pecado en árabe dialectal. Se les llama así a los hijos nacidos fuera del matrimonio. Hay varias asociaciones que se dedican a ayudar a las mujeres que son repudiadas por sus familias por las relaciones extramatrimoniales.
El hombre fue acogido por unos familiares cercanos. Pero tuvo que buscarse la vida en cuanto pudo valerse por sí mismo. Reconoció a este diario que, cuando empezó a crecer y tener conciencia, sintió un profundo rechazo hacia este tipo de normas, que él relaciona directamente con las costumbres islámicas. En Marruecos trabajaba como soldador y dejó muy pronto de celebrar el Ramadán, el mes sagrado del Islam.
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Mohamed se marchó de Marruecos buscando un futuro distinto en todos los ámbitos. Lleva en Bilbao alrededor de dos años. Estudia soldadura. Pero no está siendo una etapa fácil. Ha dormido en recursos de emergencia y subsiste como puede: vendiendo chatarra, rebuscando comida y cosas para vender en los contenedores.
El pasado Ramadán ya denunció otra agresión por los mismos motivos que, según explica, también le acarreó el «rechazo» de muchos de sus conocidos.
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