En Bilbao hay gente que paga 20.000 euros por unas zapatillas deportivas, ¿y?
No se trata de una bilbainada si les digo que Bilbao posee uno de los clubes más exclusivos del mundo. Pero exclusivo, exclusivo. Tampoco podrán ... tacharme, al menos por este artículo, de periodista sensacionalista. Pero es lo que tiene The Sole Club, un lujoso comercio de sneakers en el que algunos clientes pueden empezar pagando 1.500 euros por unas Vuitton, calderilla, vamos; llegar a los 12.000 e incluso acabar desembolsando ¡20.000! por unas zapatillas deportivas. Como lo leen. Quedan poco más de veinte días para el 28 de diciembre, y les aseguro que no se trata de ninguna inocentada.
Bien es verdad que muchos de sus clientes, entre los que figuran brokers, algunos jugadores del Athletic, el Alavés y la Real Sociedad, «algún cantante emergente» y «especuladores» (algunos compran estos modelos para revenderlos por un precio superior), las lucen en señaladas ocasiones y en lugares sin peligro. «Imagínate que sales por Bilbao con unas Louis Vuitton (de cuero) y empieza a llover. Se estropearían», advierte Oscar Romero, uno de los socios del establecimiento de la Plaza Arriquíbar. Más que sneakers son joyas. Oro puro.

Algunas las utilizó Kobe Bryant (la expuesta en este local mantiene intacto el rasponazo que se hizo el genial jugador durante un partido de la NBA en 2005 en la puntera izquierda –algunas cicatrices alcanzan un valor incalculable–) y otras llevan la firma de cantantes súper famosos metidos a diseñadores como Travis Scott y el rapero Lil Nas X. «Acusado de satanismo», este último se lo tiene bien merecido por bautizar uno de sus famosos modelos como 'Satán Shoes'.
Con gotas de sangre
Sus sneakers incorporan una cámara de aire por la que corren gotas de sangre del cantante. «Solo se lanzaron 666 unidades en todo el mundo. Aquí donde las ves, parecen unas Nike, pero no lo son. Son de la marca de culto MSCHF. Básicamente 'robó' el modelo y lo sacó sin ningún permiso. Cuando salió, Nike le demandó por apropiación de propiedad intelectual», apunta Oscar. Al lado, las de la firma Jesús llevan gotas de agua bendecida del Río Jordán.

La fascinación de este calzado deriva en muchos casos por ser diseñadas por gurús de la moda, como el fallecido Virgil Abloh, fundador de la marca Off-White y primer creador estadounidense con raíces afros al frente de las colecciones masculinas de Louis Vuitton. Su muerte, en noviembre de 2021, disparó el fetichismo y la cotización de las zapatillas.
Es lo que tiene The Sole Club, que se asemeja a un parqué bursátil. Lo que pagan los clientes depende de lo que cada uno esté dispuesto a abonar. Para eso trabajan los hermanos Romero y David, su mano derecha, que remueven Roma con Santiago y negocian con intermediadores para lograr estas piezas tan codiciadas. Llevarlas a las estanterías de su comercio es una epopeya.
«Las Nike Air Force, en tonos verdes y azules y hechas por Virgil Abloh, rondan los 7.500 o 8.000 euros. Salieron y se agotaron. Ya no las encuentras ni en las tiendas Louis Vuiton de París. Las blancas se acercan a los 10.000. Todo es negociable», expresa Romero.

– ¿También con las de Kobe Bryant, aunque usadas? ¿A cuánto las vende?
– Insisto, lo que quiera pagar uno. Las órdenes que tengo son de… Escuchamos ofertas… ¡a partir de los 20.000 euros!.
La exclusividad, la historia de las marcas, las muertes, por qué no decirlo, y la especulación, insiste Oscar, explican las astronómicas cifras que se pagan en Bilbao. Porque hay gente que las compra, aunque a veces sean mexicanos de paso por la capital vizcaína o que recalan por aquí, no para ver el Guggenheim, sino para hacerse con un buen par de colecciones que solo se lanzaron en Europa.
Y también para ahorrarse un buen fajo. «Porque lo que se paga en Bilbao por este calzado es mucho menos que en Puerto Banús (Marbella), Los Ángeles u otros países europeos. Lo que aquí vendemos igual por 4.000, en otros lugares no lo consigues por menos de 12.000 o 16.000 euros».
Oscar mira con orgullo el 'Air Force Tiffany', a la venta entre 1.500 y 2.000 euros. Esta sneaker lleva el icónico azul de la joyería y luego un ribete de plata en el talón. «Hace tiempo conseguimos vender un par y ahora, tras mucho tiempo buscándolas, hemos conseguido otro».
Por curioso que parezca, en The Sole Club tardan más tiempo en vender las zapatillas «que en encontrarlas. En muchos casos, esto último es imposible. De Vuitton tenemos tres modelos, y que nosotros sepamos, en otras tiendas similares en toda España, solo hay dos».
– ¿Cómo consigue más que nadie?
– Hay que pelearlo. ¿Quién compra artículos de estos precios? El que puede y, sobre todo, el que lo valora. Cada uno elige en qué gastarse su dinero. Hay quien paga 1.200 euros por el nuevo iPhone y otros se lodejan en sneakers. También hay mucha gente que juega como si fueran acciones.
¿Que si yo me gastaría estas cantidades astronómicas por un buen par? ¿Por qué no si fuera millonario? Como me contó hace unos días Luis Justiniano, dueño de Paquita la de Barrenka, Imperial y Pepe por Dios, locales de ambiente gay, 'me gusta ganar dinero, pero más gastarlo'. Me pareció una afirmación tan extraordinaria que me la he apuntado. Pues eso, que el dinero es para gastarlo, hasta en zapatillas deportivas. Y yo el primero.
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