Llega la demolición del emblemático Tarabusi

Pues llega el momento de las novedades. Por una parte los trabajos de demolición ya están muy avanzados, según explican fuentes de Parke (la red de parques tecnológicos de Euskadi, que gestiona el asunto). De hecho, ya se ha llevado a cabo la limpieza del interior, los tabiques y demás, con su correspondiente desescombro, de modo que lo que ahora sigue en pie es la estructura fantasmal y huera. Para echarla abajo definitivamente falta el permiso municipal, pero los mismos medios ya avanzan que la demolición es «inminente».

De manera paralela, este mismo mes se va a licitar la obra para levantar el nuevo edificio, que será igual al viejo. La previsión en Parke es que en tres meses llegue la adjudicación y, a continuación, con los permisos municipales en orden, arranquen los 24 meses de trabajos.

Eso sí, el proyecto es diferente al inicialmente previsto. La idea era ganar espacio con respecto a los 1.901 metros cuadrados construidos en el edificio original por las dos vías ya mencionadas: levantando un volumen anexo, con lo que casi se duplicarían las dimensiones iniciales hasta llegar a 3.749 metros; y ganar bajo rasante 1.639 metros más, porque en estos momentos no hay ningún espacio subterráneo.

Esto último es lo que se ha torcido. Desde Parke explican que, según los estudios previos realizados en base a catas en el terreno, se ha determinado que esos suelos son demasiado inestables. Es decir, que edificar bajo rasante necesitaría de tal refuerzo que se dispararía el coste de los trabajos. Hay que tener en cuenta que Zorrozaurre es una isla y que el agua tanto de la ría como del canal de Deusto se infiltra en el terreno en muchos lugares. Así que hace complejos ciertos trabajos subterráneos en determinadas ubicaciones. Y esta parece ser una de ellas. Tarabusi está a unos 40 metros de la lámina de agua. Para compensar esta pérdida de espacio sobre las ambiciones iniciales la idea es llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento para que se habilite una zona de aparcamiento en superficie.

En cuanto al coste, está por determinar después de estos cambios, pero la inversión inicial prevista en el convenio entre Ayuntamiento y la Red de Parques son 22 millones de euros.

El 'Conjunto edificatorio Tarabusi', que así se llamarán los dos volúmenes conectados que se van a levantar, va a acoger la sede del parque tecnológico, cosa que tiene su lógica porque será el primer inmueble del polo industrial en ver la luz. Pero la mayoría del espacio se mantendrá vacío, con zonas diáfanas, para recibir a las empresas que en el futuro quieran implantarse.

Muy cerca están los edificios Lancor y Consoni, que también tienen como destino acoger actividad productiva, aunque en estos casos los inmuebles se van a rehabilitar. Y también hay un par de parcelas próximas donde hay esperanzas de que al menos dos firmas potentes se implanten.

En total, ahora hay unos 24.000 metros cuadrados pendientes de desarrollar, es decir, suelos comprometidos para este fin en la punta norte. Sin embargo, en el planeamiento urbanístico la previsión es que el parque tecnológico, en sus dos polos (también tiene fincas en la punta sur de la isla) sume 133.000 metros cuadrados.

El objetivo de todo esto es crear un entorno propicio para la implantación de empresas tecnológicas, de biomedicina, nanotecnología, química, multimedia, telecomunicaciones.... Es la gran aspiración de Bilbao, atraer actividad productiva de valor añadido, servicios avanzados para la industria, que además entren en contacto y se retroalimenten con la actividad universitaria.