Momento en que el 'Expreso Bilbao Ría' llega a la estación de trenes de Abando, en Bilbao. Yvonne Iturgaiz

Llega a Bilbao un tren que también viaja en el tiempo

El Tren Azul, rebautizado para la ocasión como 'Expreso Bilbao Ría' y con un siglo de historia, visita la villa para recordar tiempos con menos estrés

Sábado, 29 de junio 2024, 14:55

Elena es una máquina. A sus casi 95 años aún tira para adelante con los ocho que le siguen. A las 12.33 horas de ... este sábado, trece minutos más tarde sobre el horario previsto, el convoy que encabeza entra flamante en el andén número ocho de la estación de ferrocarriles de Abando, en Bilbao, después de cinco horas de viaje desde el intercambiador de Las Delicias (Zaragoza). Bocinazo. «¡Ha sido una chulada!», proclama Inés, de 10 años, que llega emocionada con su familia a pasar unas horas en la capital vizcaína. Tienen apenas seis para conocer la capital del mundo. No es mucho tiempo, pero tampoco importa. Como en la vida, cuenta el viaje. La villa de Don Diego está de fiesta. No todos los días llega a su corazón un tren del siglo XX lleno de tanta vitalidad.

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La Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías (AZAFT) es la responsable del que se conoce como el Tren Azul, rebautizado para la ocasión como 'Expreso Bilbao Ría'. Forma parte de un proyecto para recuperar un tiempo sin tanto estrés como el actual, cuando las estaciones olían a grasa, caramelo y perfume; y los trenes eran un espacio donde los viajeros se decían buenos días y hablaban del tiempo y mucho más. La unidad está hecha de retales. En su interior hay materiales, madera y marquetería en concreto, que datan de los años 20 del siglo pasado.

Aquellos tiempos del 'pica'

El coche restaurante, que lo tiene, fue construido precisamente en Bilbao en 1930 por la Sociedad Española de Construcción Naval (SENC), en un tiempo en que Bizkaia vivía el desarrollismo de su red ferroviaria. El furgón de Correos, desde el que se pueden enviar postales, es un vehículo que data de 1976, capaz de transportar 20.000 kilos a una velocidad de 120 kilómetros por hora. En realidad, lo de los 95 años es relativo... De hecho, Elena, la cabeza tractora, lleva una decoración 'Mil Rayas', de colores azul y amarillo, que evoca irremediablemente al tiempo en que estuvo de moda, en los locos años ochenta... Y así todo.

Dos viajeros saludan desde la ventanilla al llegar. Yvonne Iturgaiz

«Es toda una experiencia viajar en un tren que te transporta a aquellos tiempos en que los asientos eran de madera y viajabas en compartimentos cerrados por una puerta. El revisor picaba tu billete de cartón y para cambiar de vagón había que saltar de uno a otro y casi-casi jugarte la vida», recuerda Javier García, de 57 años, y miembro de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bilbao, que ha colaborado con AZAFT en el viaje de hoy. No ha pasado tanto tiempo desde aquellos del 'pica'. Los años ochenta fueron ayer. Esta mañana ha madrugado para viajar en coche hasta Miranda de Ebro y subirse al tren del pasado que es actualidad, junto a Gonzalo Ochoa, de la misma asociación. «No es nostalgia, es una vivencia que merece la pena disfrutar», aseguran.

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Lo mismo piensa la familia formada por José Frías y Noelia Abad, a la que pertenece Inés, que lógicamente no ha venido sola. El clan lo completa la pequeña Candela, de 3 años, que ha venido dormida casi todo el trayecto. «No conocíamos Bilbao y nos hacía mucha ilusión conocerlo y volver a montar en tren, que era algo que yo no hacía desde crío», cuenta el padre. Hoy han tenido que madrugar y levantarse a las seis de la mañana, pero el esfuerzo ha merecido la pena. «Son sólo unas horas las que tenemos, pero nos dará tiempo a ver el Guggenheim, la ría y el Casco Viejo». ¡Claro que sí!.

Cargado de ilusiones

El 'Expreso Ría Bilbao' viene cargado de ilusiones. Pilar Mainar y Lidia Rodríguez son dos amigas que, según cuentan, lo del viejo tren era algo que les «picaba la curiosidad» y Bilbao, un aliciente inigualable para pasar el último sábado de junio. Pilar ya conoce el nuevo Bilbao, que cada vez lo es menos. Estuvo aquí hace quince años, tiempo suficiente como para renovar recuerdos. A Lidia, que lo visitó el año pasado, no le costó mucho convencerla. «Bilbao siempre es una buenísima experiencia... Y ahora preguntamos nosotras: ¿Dónde podemos ir a comer o a tomar algo en Bilbao?

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Los viajeros, disfrutando del trayecto. Yvonne Iturgaiz

¿Aquí...? El Casco Viejo, Ledesma, Abando, Indautxu... Si algo es la capital vizcaína es una barra de pintxos, un restaurante, un local donde compartir un txikito y una cazuelita. Hay que aprovechar el tiempo que seis horas se pasan volando y Bilbao es mucho Bilbao. El Tren Azul lleva el color de la villa, pero no espera. A las seis tiene previsto volver a Zaragoza. Elena no para.

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