«Con leyes garantistas, el problema de los detenidos reincidentes no tiene una solución inmediata»
El magistrado confirma que las denuncias por pinchazos se están «sobreseyendo» por falta de autor conocido y al dar negativo los análisis
A punto de culminar su segundo mandato, el juez decano de Bilbao, Aner Uriarte, no deshoja la margarita, aunque se le ve con ganas de ... seguir representando a sus 60 compañeros, con una mayoría de mujeres magistradas, en la capital vizcaína. No rehuye las preguntas incómodas, aunque muestra grandes dotes diplomáticas. Desde el punto de vista judicial, no ve una salida fácil al problema de la inseguridad.
- En la Aste Nagusia se dispararon los robos y el alcalde apuntó directamente a la Justicia al culpar a los reincidentes, que «entran por una puerta y salen por la otra». ¿Entiende la preocupación social?
- Bueno, yo entiendo. No quiero personalizar en el alcalde, con el que tengo buena relación. De hecho, nos invitó amablemente a la recepción en el Ayuntamiento. Sí que es cierto que entre determinados representantes políticos, de vez en cuando se hace esta referencia. Personalmente, comprendo la frustración de los responsables de fuerzas policiales que ven cómo el detenido que es puesto a disposición judicial, queda en libertad. Pero tenemos que ver las cosas desde un enfoque objetivo. Es decir, tenemos unas leyes penales muy garantistas. El debate debería ser si son excesivamente laxas o no. Entonces, para que alguien entre directamente en prisión provisional se tienen que cumplir una serie de requisitos legales que el juez o la juez de instrucción de turno no se puede saltar.
- ¿Cuáles son?
- En primer lugar, una petición de prisión del Ministerio Fiscal. En segundo lugar, que el delito tenga una pena asociada de más de dos años. Y tres: tiene que concurrir una de las tres finalidades constitucionales. Esto está en la ley. Entonces, sin ánimo de polemizar, esos responsables políticos podrían promover un cambio legislativo si entienden que la prisión provisional no debe ser, como ahora, la última medida de carácter personal a adoptar, sino que sea más sencilla, más ágil en lugar de responsabilizarnos a nosotros.
«Que promuevan un cambio legislativo para que la prisión provisional sea más ágil de aplicar»
los políticos
- ¿Y no hay nada más que se pueda hacer contra la reincidencia? ¿No se podrían dictar órdenes de alejamiento como en el metro de Madrid o Barcelona?
- Pero, ¿para alguien que está robando móviles, órdenes de alejamiento de un espacio concreto en la calle? Me parece complicado. Con las leyes garantistas que tenemos, con el procedimiento penal que tenemos entre manos, es complicado encontrar una solución inmediata al problema.
- También ha habido en las fiestas patronales de este verano oleada de pinchazos y psicosis. ¿Han llegado muchos casos a los tribunales?
- Han llegado bastantes casos a todos los juzgados en función de donde se producían los pinchazos. Pero, que yo sepa, ninguno con autor conocido. Se han practicado también previa denuncia de la víctima análisis de sangre y, que yo sepa, tampoco ha habido ningún resultado positivo. Entonces, lo que hemos tenido son sobreseimientos provisionales. Es una instrucción que se inicia pero se paraliza por los dos motivos: ni hay un resultado positivo en sustancia, ni tenemos un detenido, investigado, identificado.
- ¿Y cómo se califica el delito?
- Al no tener un procedimiento judicial, yo no me atrevo a decir qué delito puede existir, porque entiendo además que la tipología de pinchazos es diferente. No es lo mismo si alguien pincha con una sustancia para producir sumisión química que el que lo hace con un alfiler, que el que pincha con un hierro, que esté sin limpiar y que puede introducir una enfermedad contagiosa.
«Los pinchazos tienen difícil encaje en el delito de odio»
calificación jurídica
- La Ertzaintza se planteó imputarlo como delito de odio.
- Aquí hay que recordar que ni la Ertzaintza ni ninguna otra fuerza de seguridad es parte de un procedimiento, sino que presenta un atestado policial donde se hace una valoración jurídica o una calificación, que no vincula a los magistrados y magistradas, simplemente les orienta. En el momento en que se pueda seguir un procedimiento contra alguien, pues podremos empezar a concretar de qué estamos hablando desde el punto de vista jurídico.
- Entonces, ¿se han visto como simples lesiones?
- No soy especialista, pero, por lo que dicen mis compañeros de Penal, yo entiendo que como no hay un resultado de sustancia que pueda provocar una sumisión química, se califica como un delito de lesiones. Si tuviéramos a una persona detenida que le ha pinchado a una mujer una sustancia que le pueda producir sumisión química, podríamos estar hablando de una agresión sexual, que si no se ha consumado porque la mujer lo denunció antes, está en grado de tentativa. Pero estamos elucubrando y repito que yo no soy un penalista.
- Pero, ¿no lo ve como delito de odio?.
- A mí lo que me han dicho es que es complicado calificarlo como delito de odio. Hay que demostrar una serie de intenciones subjetivas, es decir, alguien que odie sistemáticamente a las mujeres y les pinche para manifestar el odio en ese momento. No es que yo no lo vea, es que lo que dicen los compañeros es que es complicado su encaje en ese apartado.
- ¿Ha salido en fiestas?
- Sí, un par de días y me ha gustado. Creo que ha habido muy buen ambiente en Bilbao. Es una cosa que me gustaría decir. En muchísimos espacios públicos ha habido buen ambiente. Yo he salido dos días y me ha gustado.
- ¿Estuvo en las txosnas?
- Me acerqué a la zona, pero sólo un momento. Me he quedado más en Abando.
- El caso de las muertes de gais en Bilbao generó una gran alarma social. ¿Sabe cómo va la instrucción?
- Pregunté el otro día y me dijeron que la investigación sigue y que el imputado continúa en prisión provisional. Son varios procedimientos. No sé si se han agrupado o no. No tengo más datos.
- A punto de agotarse su mandato, ¿ha decidido ya si se va a presentar a la reelección?
- Bueno, sigo deshojando la margarita. Pero existe una probabilidad no pequeña de que vuelva a presentarme. Otra cosa es que luego los compañeros me elijan. Me presente o no, las elecciones tendrán que ser a mitad de enero. Y no tengo ni idea de si se va a presentar alguien más, aún es pronto.
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