«Por cada kilo de angulas, las mafias pueden sacar hasta 9.000 euros de beneficio»
La UCO de Medio Ambiente de la Guardia Civil en Euskadi ha desarrollado en cinco años 30 operaciones por maltrato animal y tráfico de especies y residuos
Figuras de marfil de elefante, productos fitosanitarios irregulares, angulas, iguanas y otras especies protegidas, perros maltratados, electrodomésticos convertidos en chatarra... La UCO de Medioambiente (UCOMA) ... de la Guardia Civil cuenta en Euskadi con el único grupo descentralizado del país desde hace algo más de cinco años. En este tiempo, han desarrollado una treintena de operaciones y han investigado a un centenar de personas por maltrato animal, tráfico de especies y de residuos como electrodomésticos viejos o vertidos contaminantes, entre otros delitos. El brigada José Manuel Méndez, jefe de uno de los equipos de investigación destinado en Bizkaia, explica a EL CORREO cómo trabajan.
La UCOMA está dividida en seis grupos específicos por áreas, que investigan «biodiversidad (tráfico de animales, incendios en grandes masas forestales o desertificación), seguridad alimentaria, contaminación, pesca ilegal y patrimonio arqueológico», o cualquier otro delito medioambiental que les ordene un juez o fiscal. El objetivo último pasa por «no convertirnos en Euskadi en el vertedero del mundo». Estos especialistas se encargan de los delitos supracomunitarios, que se extienden a más de dos comunidades autónomas, y extracomunitarios y a las organizaciones criminales, especialmente las que se dedican a traficar con residuos y especies».
«La normativa medioambiental es extremadamente compleja», advierte, por lo que gran parte de su labor consiste en estudiar. En el País Vasco cuentan con una veintena de agentes, un 10% de ellos mujeres, de los que un 75% ostentan titulaciones universitarias, muchos de ellos en ciencias ambientales o biología. El brigada Méndez repasa las siete operaciones más relevantes en Euskadi de los últimos años.



En marzo de 2022, la Guardia Civil desmanteló una organización dedicada al tráfico de chatarra electrónica en el 'operativo Hozkailu' (nevera en euskera). Fueron investigadas 18 personas por «traer a España» estos aparatos retirados del mercado por grandes centros comerciales, que te montan el nuevo en casa y retiran el antiguo. Después, los electrodomésticos desechados se los entregaban a esta organización «a un precio ínfimo». «Para 'valorizarlos', los llevaban a un vertedero sin declarar y se ahorraban todo el proceso». La empresa, radicada en Bizkaia y «con agentes de aduanas involucrados», trasladó unos 200 contenedores, algunos a través del puerto de Santurtzi, a Nigeria, Ghana y Guinea Ecuatorial, en apenas año y medio, desde finales de 2020 a marzo de 2022.
Mercado asiático
La 'operación Frijitu' contra el tráfico de angulas se presentó en mayo de 2023 y, por su relevancia, trajo a San Sebastián al director general de Europol, Jean-Philippe Lecouffe. Arrestaron a 27 implicados en España y Francia e intervinieron 1,5 toneladas de angulas. Iban dirigida al mercado asiático, concretamente a China desde aeropuertos europeos, camufladas como envíos legales. «Las engordan hasta que alcanzan un kilo. Por cada kilo de angula, las mafias obtienen 750 kilos de anguila adulta y por cada kilo, 9.000 euros de beneficio», advierte el brigada.
En diciembre de 2024, la operación 'Pukua' desarticuló otra organización destinada al comercio internacional de angula precocinada en túpers hacia México, con expedientes aduaneros irregulares, donde se consumían en restaurantes españoles. La anguila europea se encuentra en vías de extinción, pero al ser considerado un alimento, eludía los controles Cites en la exportación de especies amenazadas.
'Txakur' fue la primera operación por delito de maltrato animal en Euskadi, que terminó con una condena de 16 meses de prisión para un hombre por «matar a dos cachorros a martillazos» y dejarlos tirados en una cuneta en Vitoria. Un guarda forestal descubrió la salvajada y avisó a la Diputación. La Fiscalía delegada de Medio Ambiente de Álava ordenó a la Guardia Civil investigar el caso. Los agentes de la UCOMA tomaron muestras de ADN de una hembra que acababa de parir una camada en una finca y que resultó ser la madre de los cachorros muertos por traumatismo craneoencefálico provocado por golpes con un objeto romo. Así consiguieron identificar al responsable.
En colaboración con la Ertzaintza, en la operación 'Cuzo' clausuraron una tienda de animales exóticos en Sopela. Detuvieron al responsable por tráfico de especies protegidas, intrusismo profesional y delito continuado de falsedad de documento. Fue condenado. Desde el comercio pedían medicamentos veterinarios a los centros de distribución sin autorización e incluso utilizando datos de un colegiado veterinario que ya no prestaba sus servicios en el establecimiento y de otro que había fallecido 14 años antes. Además, carecía de autorización para llevar a cabo tratamientos en animales, y sin embargo, era una práctica habitual ya que incluso aplicaban vacunas. Durante el registro, los agentes localizaron, expuestos para su venta, diversos animales incluidos en el convenio que regula el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres.
Cinco millones de beneficio
En la operación 'Kaltegarria', cayeron tres hermanos que integraban una organización que distribuía desde Gipuzkoa productos fitosanitarios y químicos no regulados por Europa, con unos beneficios de cinco millones de euros. También investigaron un vertido de amoniaco ilegal al río Oria en Gipuzkoa, que afectó gravemente a la fauna de un afluente, donde aparecieron numerosos peces muertos en la orilla.
Una de las operaciones recientes, del pasado mayo, más llamativas del UCOMA en el País Vasco, la 'RibTool', permitió el decomiso de 54 piezas de marfil de elefante africano (el asiático está prácticamente extinguido precisamente por la caza para obtener este preciado material), que eran vendidas por internet. Entre las figuras había empuñaduras, águilas, galgos, emperadores, geishas, colmillos de elefante y jarrones. Para su valoración contaron con el comité de expertos del ministerio de transición ecológica y reto demográfico. Localizaron 40 anuncios en la red e identificaron al residente en Bizkaia que los ofertaba sin contar con los certificados CITES. Para confirmar que las decoraciones son de marfil se utiliza una luz fluorescente. Cuando el valor supera los 50.000 euros, puede ser considerado delito de contrabando.
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