Poca ventilación, mamparas de papel y exceso de aforo en los juzgados de Bilbao

El brote de covid se ha detectado en la planta en la que comparten espacio los juzgados de instrucción 7, 8, 9 y 10 de la capital vizcaína. Aquí conviven decenas de funcionarios y, además, también se atiende al público. La mayoría de positivos (ocho ) se ha dado entre los trabajadores del juzgado número 10, pero también se han registrado casos en el 9 (tres) y en el 8 (uno). Fuentes internas explican que la actividad en el órgano judicial más afectado se ha parado «casi por completo» porque no hay funcionarios para sacar adelante gran parte del trabajo. Y en otra de las instancias afectadas se ha decidido suspender los señalamientos y las declaraciones previstas esta semana. Los datos del brote han sido comunicados a Osalan, el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales.

Los trabajadores llevan años denunciando las malas condiciones en las que se encuentran las dependencias judiciales de Bilbao. Una de sus quejas recurrentes era la ausencia de ventanas y, por extensión, la falta de ventilación natural de las instalaciones. Un problema que ha cobrado especial fuerza este último año durante la pandemia. Básicamente, porque los expertos advierten de que la ventilación de los espacios interiores es una medida «efectiva» de prevención de la enfermedad.

Los funcionarios también lamentan que muchas de las peticiones que han realizado para mejorar las instalaciones o en materia de prevención de riesgos «hayan sido desatendidas o lleguen un año tarde». «No es normal que tengamos que poner tacos de folios para sujetar las mamparas de protección en los espacios de atención al público o que incluso tengamos que instalar algunas de papel», censura un trabajador.

Fuentes de CC OO en los juzgados explican que todavía hay muchas medidas de prevención que «están sin cumplir». Y se sigue así -denuncian- después de que haya pasado más de un año desde el inicio del estado de alarma y seis meses después de que los servicios de prevención elaborasen un informe en el que advertían sobre una serie de «deficiencias» en este sentido. Desde la central insisten, por ejemplo, en que no fue hasta finales de febrero cuando llegaron unas «recomendaciones» sobre cómo ventilar los espacios, y que hasta hace unas semanas los trabajadores seguían compartiendo teléfonos. El sindicato también critica que se haya tardado una semana en realizar un cribado en la planta de la sede judicial cuando empezaron a conocerse varios positivos en dos juzgados distintos entre los días 16 y 17.

Además, los trabajadores se quejan de que muchas veces resulta «imposible» cumplir los aforos permitidos en las pequeñas salas en las que se toma declaración a los testigos e imputados en el transcurso de una instrucción judicial.