Un Juzgado fija para el 12 de septiembre el desahucio de las monjas cismáticas de Belorado

Aunque la audiencia tenía que haberse producido el pasado 13 de mayo, justo un año después de la ruptura de las hermanas con Roma, y el desahucio estaba previsto para el 10 de junio, la vista se retrasó porque las monjas cismáticas solicitaron la recusación de la jueza. Es decir, que se apartara a la magistrada de este caso, ya que también instruye el proceso penal por la compraventa presuntamente ilícita de oro y habría adquirido «un conocimiento previo» que la inhabilita, defienden los abogados de las monjas.

Antes de que se conozca el futuro de las ocho exreligiosas, la oficina del comisario pontificio de los Monasterios de Belorado, Orduña y Derio —el arzobispo de Burgos, Mario Iceta— ha recordado que el proceso «no afecta a las cinco monjas que no han participado del cisma, y que conforman actualmente la comunidad monástica de Belorado». Se trata de un grupo reducido de clarisas, de entre 86 y 100 años, que continúan bajo los preceptos de Roma.

Este órgano 'ad hoc' dirigido por Iceta subrayó recientemente que dada la avanzada edad de estas mujeres «y delicado estado de salud, han sido desde el primer momento objeto de especial preocupación». Y ha añadido que la atención y cuidados que precisan «serán asumidos por la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu, tan pronto como sea posible acceder al Monasterio».

Sin embargo, las ocho monjas cismáticas difieren en este punto y aseguran que la comunidad de Derio y Belorado es una sola, «formada por todas las hermanas que la integran, tanto activas como mayores» y que el proceso de desahucio y un eventual lanzamiento «afecta a todas», han asegurado los letrados encargados de la defensa de las exreligiosas.

En caso de que finalmente se produjera el lanzamiento, parece que la comunidad se trasladará al Monasterio de Orduña, pero lo habitarían de forma irregular, ya sobre él pesa una denuncia de las clarisas de Vitoria que pretenden recuperar el inmueble, alegando que las monjas cismáticas no abonaron ninguna de las cuotas comprometidas en el contrato de compra. Según publica el diario 'ABC', en los últimos días se habría visto mayor movimiento del habitual en el convento de la ciudad vizcaína que podría hacer pensar que están preparando su desembarco.

Además del juicio por desahucio del Monasterio de Belorado, las exreligiosas tienen varias causas pendientes en los juzgados. Este mismo mes, el Tribunal Superior de Madrid no admitió la demanda de las religiosas contra los ministerios de Interior y Presidencia. Las hermanas pretendían cambiar el carácter religioso de los inmbuebles de Belorado y Derio y que pasase a ser civil y depender de dos asociaciones creadas por las monjas cismáticas. El Ministerio de Interior rechazó esta posibilidad.

En cuanto al encontronazo con el Ministerio de Presidencia, tiene en su origen el nombramiento del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, como comisario pontificio que administra los bienes de los monasterios y se ocupa de su representación legal. Tres de las monjas interpusieron, en los albores del cisma, una denuncia que pretendía revocar la designación de Iceta, que Presidencia declaró totalmente válida. Las exclarisas tienen otras causas pendientes, además de la mencionada con la comunidad de Vitoria por el inmueble de Orduña y la que se juzgará el próximo martes. Entre ellas, el proceso de desahucio por el convento de Derio y otros tres procedimientos abiertos en el juzgado de Briviesca.