El juez condena a Santurtzi a dar una vivienda a la mujer de 89 años estafada por Jabyer

Hace dos décadas, Lidia entregó su casa al hombre de negocios a cambio de un piso nuevo que nunca recibió. Ahora, el juez estima que la Administración local tiene que asumir su parte de culpa en esta desgraciada historia ya que debió verificar que la familia afectada fuera correctamente realojada, toda vez que dio un visto bueno a la operación condicionado a que se cumpliera esta premisa.

El drama de Lidia se remonta a 1999. En aquel momento gobernaba Santurtzi el socialista Javier Cruz. Poco antes de la burbuja inmobiliaria se plantearon numerosas operaciones urbanísticas que despertaron polémica o que directamente fueron consideradas ilegales por la Justicia. En aquel clima, el constructor Jabyer Fernández impulsó una promoción en Mamariga, su barrio natal. De hecho, Lidia conocía al padre de Fernández. «La de horas que pasaron en mi casa», recordaba en 2017 en un reportaje publicado por EL CORREO y que permitió sacar a la luz el caso.

El pacto entre ambas partes estipulaba la cesión del hogar de Lidia (una casita unifamiliar que ocupaba 187 metros cuadrados) y los derechos edificatorios a cambio de un piso en la nueva promoción que se iba a levantar. La familia de la mujer cumplió su parte (el inmueble fue derribado), pero el que todavía sigue siendo el mayor deudor de la Hacienda vizcaína no mantuvo su promesa. Su 'holding' de empresas se vino abajo y Fernández acabó cumpliendo una pena de tres años de cárcel por insolvencia punible, a raíz del 'caso Iurbenor'.

Las casas de Mamariga llegaron a construirse pero Lidia nunca recibió las llaves prometidas. Nada se pudo hacer contra Fernández en los tribunales, posiblemente porque Lidia estuvo «mal» asesorada, como así lamentaba un familiar. Y acabó realojada en un pequeño bajo del que no es propietaria. El pasado 3 de junio, ya con otra letrada (Yolanda Merino), se personó en silla de ruedas ante un juez de Barakaldo para responder ante una demanda de desahucio. La magistrada le dio la razón y paralizó el desalojo, lo que fue celebrado por los vecinos del barrio.

Ahora ha llegado su segunda victoria. En una sentencia técnica y centrada en temas urbanísticos, el juez de Bilbao llega a la conclusión de que «la situación real y actual es que Lidia Gil ni tiene el bien inmueble ni ha recibido la indemnización, cuestión a la que el Ayuntamiento debió dar respuesta en el marco del Convenio, sin perjuicio de reclamar a la promotora o a quien le haya sucedido lo que corresponda, dada la situación de subrogación».

La noticia la recibió Lidia en su casa a primera hora de la tarde. «No se lo podía creer». Estaba muy emocionada, aunque nada compensa «los últimos 16 años de sufrimiento», apunta una de sus sobrinas. «Pienso seguir luchando y no me voy a morir hasta que recupere mi casa», dijo ayer Lidia.

Y es que no las tiene todas consigo. El Ayuntamiento ha decidido recurrir: «No compartimos una sentencia que no creemos de justicia, ya que serán todos los vecinos y todas las vecinas de Santurtzi las que deban responder de los desmanes e irregularidades perpetradas por un promotor privado». El Consistorio expresó su solidaridad con Lidia y avisa de que intentará que «se haga justicia con su situación», pagando «quien realmente la ha estafado (en referencia a Jabyer)». Pero advierte de que apelará el fallo para defender «el interés general».