Un juez condena al Consistorio pero rechaza indemnizar a un policía que contrajo el virus

El magistrado ha dado la razón parcialmente a un policía de la guardia urbana que denunció al Consistorio por haber desarrollado su labor en un cuarto minúsculo de la comisaría de Miribilla sin ventilación, donde su trabajo consistió en fichar a los detenidos. El agente atribuyó su contagio de covid a la falta de renovación del aire y a las reducidas dimensiones del habitáculo (alrededor de siete metros cuadrados, como se puede ver en la fotografía que acompaña este artículo).

El juez considera como hechos probados que había una instrucción municipal que obligaba a ventilar, al menos, tres veces al día esta estancia. Asimismo, en este tipo de espacios se tendría que haber impuesto un aforo de una única persona. Algo que no sucedió ya que el denunciante tuvo, obviamente, que estar acompañado de los supuestos delincuentes cuando les tomaba la filiación y les hacía las fotografías previas a su paso al calabozo.

El policía atribuyó su contagio a esta situación. Pero el juez cree que no hay pruebas científicas que así lo avalen, ya que pudo entrar en contacto con el virus en otro lugar ajeno a su puesto de trabajo. El agente, que manifestó que sufrió covid persistente durante un largo periodo de tiempo, reclamaba una indemnización al Ayuntamiento de 15.000 euros por daños morales. El juez condena al Consistorio por violar su normativa de prevención de riesgos a una falta grave (podría desembocar en una multa mínima de 3.750 euros), pero rechaza resarcir al funcionario.