Investigan un supuesto caso de brutalidad policial en Bilbao con 8 ertzainas implicados
Una cámara de seguridad grabó la presunta agresión a dos jóvenes detenidos en San Francisco bajo la acusación de atentado contra la autoridad
El Juzgado de Instrucción número 10 de Bilbao investiga un supuesto caso de brutalidad policial cometido contra dos jóvenes que fueron detenidos por la Ertzaintza ... el pasado verano en la plaza Corazón de María de la capital vizcaína, según ha podido saber EL CORREO. Ambos fueron acusados en un primer momento de un delito de atentado contra agentes de la autoridad. El juez que instruyó esta denuncia la archivó después de ver las imágenes captadas por una cámara de seguridad de la zona y, al mismo tiempo, decidió abrir un nuevo procedimiento penal. Esta vez, por la actuación de los propios ertzainas, que ahora se enfrentan a un presunto delito contra la integridad moral perpetrado por funcionario público, penado con hasta cuatro años de cárcel. En la grabación aparecen ocho agentes, aunque dos son los que tienen mayor grado de responsabilidad.
Todo empezó cuando tres chicas que se encontraban en Corazón de María, en el barrio de San Francisco, fueron increpadas por dos jóvenes. Una de ellas dio aviso a la Policía vasca, alertando sobre dos individuos «borrachos» que las estaban llamando «putas». Los hechos se desencadenaron con la llegada de las patrullas. Según las fuentes consultadas por este diario, en la grabación se observa que dos de los agentes condujeron a los sospechosos, que acumulan un abultado historial policial, a una zona que quedaba fuera del alcance de las cámaras instaladas en la vía pública. Sin embargo, en un momento dado, y en medio del forcejeo, los protagonistas volvieron a situarse dentro del radio de captación de las cámaras. Según los mismos medios, se aprecia a los policías golpeando a los detenidos cuando estaban esposados. A uno de ellos, ya reducido en el suelo, le dan varios puñetazos en la cara, pisotones y patadas. En las imágenes se ve que dos de los ertzainas mantienen un papel más activo, pero en el vídeo aparecen otros seis policías.
El propio juez que archivó la denuncia de atentado contra la autoridad pidió investigar a los agentes
En términos generales, el delito contra la integridad moral se refiere a los «abusos de poder» cometidos por alguien en situación de «superioridad». Además, también sanciona a los funcionarios que «incumplen los deberes inherentes a su cargo» y no impiden este tipo de agresiones a pesar de ser testigos de ellas.
Dos agentes citados
Los dos jóvenes pasaron horas después de su arresto a disposición judicial. Comparecieron ante el Juzgado número 7 de Bilbao, cuyo titular reclamó las grabaciones de las cámaras colocadas en la zona de los hechos. Uno de los sospechosos se negó a declarar. El segundo dijo que no se acordaba de muchos detalles de lo acontecido.
Asuntos Internos se encargará del caso tras recibir la notificación judicial
El juez decretó el archivo de las diligencias abiertas por el presunto delito de atentado contra agente de la autoridad que atribuían a los detenidos. Y, de forma paralela, decidió deducir testimonio. En otras palabras, apreció la posible existencia de un delito cometido por los ertzainas y remitió el asunto a otro juzgado de la ciudad para que lo investigue. El caso ha recaído finalmente en el Juzgado número 10, que sigue adelante con la instrucción. El miércoles de la semana pasada solicitó la toma de declaración de dos de los policías, que serán defendidos por abogados particulares.
Fuentes oficiales del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco indicaron que la unidad de Asuntos Internos de la Ertzaintza abrió una investigación en el mismo momento en que recibieron la notificación judicial. No obstante, insistieron en la necesidad de mantener la «presunción de inocencia» mientras se desarrollan las pesquisas.
En este sentido, añadieron que han pedido al juzgado que les remita una copia del vídeo porque todavía no han podido verlo, ya que el primer CD que llegó a sus manos «estaba vacío». Desde Seguridad, recalcan que no cuestionan el relato del juez que observó indicios delictivos en la conducta de los uniformados. Pero insisten en que, sin observar con detalle la grabación, no se pueden adoptar decisiones contundentes.
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