Posible delito de odio en Arrigorriaga: «Llamaba puto chino a mi marido, pero esta vez ha ido más lejos y casi le mata»
Detienen a un joven y buscan a otros dos por delitos de odio y lesiones tras dar una paliza a un comerciante en Arrigorriaga y causarle varias fracturas
Llevaba años sufriendo los insultos y las faltas de respeto por parte del mismo joven y de sus amigos, pero no fue hasta este fin ... de semana cuando las agresiones subieron de escala y pasaron de ser verbales a físicas. Un comerciante chino sufrió una brutal paliza la noche del viernes en la tienda de gominolas que regenta en Arrigorriaga. Como consecuencia de los golpes, puñetazos y patadas que le propinaron al menos tres chavales sufrió varias fracturas en el brazo, el tobillo y la órbita ocular. La víctima fue traslada al hospital de Cruces y el Departamento de Seguridad indicó que precisaba ser intervenida quirúrgicamente de las lesiones causadas por la paliza. Ayer por la tarde recibió el alta. La Ertzaintza tiene abierta una investigación por delito de odio.
La noche del mismo viernes la Ertzain-etxea de Ibaizabal tuvo conocimiento de que se había producido una agresión a un hombre en un establecimiento comercial de Arrigorriaga. Inmediatamente los hechos se pusieron en conocimiento de la Policía Local. Los agentes municipales localizaron a la víctima, que presentaba múltiples golpes por todo el cuerpo. Gracias al testimonio del afectado y a las imágenes de las cámaras de seguridad del local lograron saber qué había sucedido y quiénes eran los autores.
Con estos datos, los agentes pusieron en marcha una investigación para dar con los agresores. Al menos uno de los jóvenes, el autor principal, estaba perfectamente identificado. Se trata de un vecino de Arrigorriaga de 20 años que, fruto de la labor de los agentes, acabó personándose en las dependencias municipales. Allí fue arrestado y acusado de un delito de lesiones. Posteriormente la Ertzaintza le imputó otro de odio.
La familia del agredido, que regenta otro negocio muy cerca de la tienda de gominolas donde tuvo lugar la paliza, estaba ayer muy afectada por lo sucedido. Según contaba la esposa del herido, el autor principal del ataque es un chico que vive en una vivienda próxima a la suya. «Nos insultaba desde hace tiempo. Aunque no es ya ningún niño habíamos hablado con sus padres para ver si podían hacer algo, pero él seguía y seguía. A mi marido le llamaba puto chino, pero esta vez ha ido más lejos y casi le mata a golpes», relataba abatida.
EL CORREO ha tenido acceso a las imágenes de la cámara de seguridad de la tienda de golosinas. En ellas se ve cómo el agresor y un grupo de amigos -al menos otros dos-, todos autóctonos, entran al local riéndose y empiezan a tocar los diferentes productos con ánimo de molestar. El comerciante les pide que si no van a comprar nada se marchen. Ellos salen a la calle, pero se quedan junto a la puerta y le dicen algo (insultos según su mujer).
El agredido les insta a marcharse. En ese momento los jóvenes entran de nuevo al comercio a toquetear los productos y, al ser recriminados, uno de ellos pone los puños en la típica posición de boxeo. El vendedor, lejos de amedrentarse, les espeta que se vayan. Ellos salen a la calle y cuando lo hace el tendero detrás suyo empiezan a agredirle. Le golpean, dan puñetazos y lo lanzan contra el marco de la puerta de un fuerte empujón. Fruto de la violencia del impacto la víctima cae al suelo y allí sus agresores le propinan varias patadas antes de marcharse.
«Es despreciable»
A primera hora de la tarde del sábado aún había restos de sangre en la acera junto a la tienda. También se encontraba sobre el parabrisas de un coche aparcado la visera que el comerciante llevaba puesta cuando comenzó a recibir la paliza.
En Arrigorriaga, los vecinos no salían de su asombro al conocer la noticia. El agredido y su familia regentan desde hace años dos negocios en la localidad. Los empleados de los establecimientos próximos a la tienda aseguran que la víctima y su mujer son personas discretas, cordiales y respetuosas con el resto de comerciantes de la zona.
La alcaldesa de Arrigorriaga, Maite Ibarra (EH Bildu), mostraba su «desprecio» ante este tipo de hechos y trasladó su solidaridad a la familia. «Es intolerable que unos jóvenes agredan a un comerciante. En este Ayuntamiento no aceptamos que nadie sea agredido por razón de raza, sexo o religión», subrayó. Para mostrar su repulsa y «como muestra de solidaridad, cercanía y apoyo» al agredido, la Corporación ha convocado una concentración este domingo a las 13:00h en la plaza del Ayuntamiento.
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