Investigan irregularidades en la selección de los futuros ertzainas en Arkaute
El Tribunal Superior estudia la demanda de un aspirante excluido tras denunciar agresiones y casos de acoso que grabó varias conversaciones
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco investiga supuestas irregularidades en el proceso de selección de los alumnos que ingresan en la Academia de ... Arkaute. El proceso judicial parte del recurso presentado por un aspirante a policía que, después de denunciar una serie de anomalías, incluido el acoso a un compañero, fue declarado no apto tras nueve meses de formación en Arkaute. Su reclamación se apoya en una serie de documentos y audios que recogió durante su formación en ese centro. El alumno tiene grabaciones de conversaciones -a las que ha tenido acceso EL CORREO- con compañeros, delegados sindicales e incluso el anterior director de la academia, Andrés Zearreta.
Lo que el demandante pide a los jueces es que le asignen la plaza de funcionario a la que optaba antes de ser excluido en 2023. Pero más allá de su caso particular, la cuestión de fondo atañe a algo que llevan años criticando exprofesores, aspirantes expulsados y también ertzainas que han pasado por la academia: la arbitrariedad de una parte del proceso para elegir a los futuros agentes. «Arkaute decide quién entra y quién ocupa los primeros puestos de la oposición en base a criterios subjetivos. Después se encargan de justificar esa decisión subiendo o bajando calificaciones sin ningún tipo de base objetiva», coinciden varias fuentes. Y ponen el foco en la entrevista personal y en las notas que los alumnos dan a sus compañeros.
Ibai (nombre ficticio) es el aspirante que ha denunciado que el procedimiento está «viciado» y que no se rige por los principios de igualdad, mérito y capacidad que deberían presidir cualquier OPE. Apoya su demanda en los audios que tomó a escondidas -y cuya transcripción se reproduce en estas páginas y en elcorreo.com- y que el Departamento de Seguridad intentó invalidar en los tribunales. Un juzgado de lo Contencioso Administrativo de Bilbao los admitió como prueba en primera instancia, aunque firmó una sentencia contraria al demandante en base a la calificación que le habían puesto en la academia, que consideró que el aspirante evidenció «nulo esfuerzo» en «todas las áreas» y una «falta total de autocontrol», deslizando «ideas de complot y conspiración impropias para realizar la labor policial».
El asunto ha llegado al Tribunal Superior del País Vasco, que debe analizar el recurso del aspirante y que tiene las grabaciones sobre su mesa. Ibai alega que los audios, validados por un perito, no se tuvieron en cuenta en el primer juicio. El proceso en el TSJPV llega en un momento especialmente convulso para la academia. Hace un año Miren Dobaran sustituyó a Andrés Zearreta y se puso al frente de Arkaute con la idea de introducir cambios importantes en su funcionamiento interno -por ejemplo blindar la cadena de custodia de los exámenes de las OPE para evitar filtraciones-. Las nuevas directrices chocaron con núcleos de poder de este centro de formación -como el área de selección- y del propio Departamento de Seguridad.
Dimisiones en apenas un año
En este contexto, el pasado julio se dio una situación inédita en la academia: el 90% de los aspirantes no superaron la prueba psicotécnica de la OPE. Poco después, este periódico desveló que Dobaran y su 'número dos', Amaya Angulo, abandonaban Arkaute tras menos de un año en el cargo. EH Bildu ha puesto el foco en estas dimisiones al considerar que esconden el problema de la formación de los futuros ertzainas.
Preguntado por este periódico, el Departamento vasco de Seguridad asegura que tiene constancia de dos procesos en los tribunales protagonizados por aspirantes a ertzaina y recuerda que en ambos casos se han «desestimado sus demandas» en primera instancia «y se les han impuesto las costas».
El denunciante predijo con siete meses de antelación qué tres alumnos tendrían más votos negativos
Seguridad asegura que los jueces han desestimado una demanda en primera instancia
Ibai, que es uno de ellos, opositó por primera vez para la promoción 27 de la Policía autonómica. Superó las fases más difíciles (las pruebas psicotécnicas, teóricas, físicas y la entrevista personal) y entró en Arkaute. Allí completó los nueves meses de formación. Todo iba bien. Por puntuación estaba en torno al puesto 30 de 700 alumnos. Sin embargo, para aprobar -y empezar el periodo de prácticas en comisaría- los aspirantes deben superar una última entrevista.
El problema surgió cuando le preguntaron por el test de relaciones sociolaborales, conocido como 'sociograma'. Se trata de una prueba en la que los alumnos de la academia deben evaluar a sus compañeros contestando una serie de preguntas. Entre ellas. «¿con quién saldrías a patrullar?», o «¿con quién no afrontarías una situación de riesgo?». Hay quienes asemejan esta prueba al concurso 'Gran Hermano', por sus similitudes con el reality televisivo. Los aspirantes deben asignar 9 puntos positivos y otros 9 negativos a sus compañeros, con un máximo de tres por aspirante. Sobre el papel, el 'sociograma' no concede muchos puntos, pero resulta «determinante» sobre el resto de apartados del bloque académico, que analiza también la adaptabilidad en la academia, la capacidad social de cada aspirante... Más del 90% de los alumnos que no superan los nueve meses de formación en Arkaute lo hacen por 'fallar' en este bloque de «valoración de actitudes» y en la entrevista final.
Agresiones y acoso
Ibai no había recibido apenas votos en contra en el 'sociograma', pero en la entrevista confesó que le parecía que esta prueba daba pie a manipulaciones y a alianzas tóxicas entre los alumnos, que pactan concentrar los votos negativos en unas personas concretas para que sean descartadas. Después de esa entrevista Ibai fue declarado no apto. Le calificaron de «'sincericida'». Aunque este término no está recogido por la RAE, se entiende que alude a aquellas personas que dicen la verdad sin filtros y sin medir las consecuencias.
A pesar del traspié, este aspirante se presentó a otras OPE. En alguna llegó a ir en tercera posición, aunque finalmente era eliminado en la entrevista previa a empezar la formación en Arkaute. Sin embargo, encontró un resquicio en la OPE conjunta de Ertzaintza y Policía local en la promoción 31, ya que algunos ayuntamientos no exigían esa entrevista antes de acceder a la academia. Ibai, que trabajaba como policía municipal interino, comenzó otra vez el proceso formativo en 2023. Según la Ley vasca, los ayuntamientos pueden establecer sus bases particulares para contratar agentes, pero la formación debe darse de forma obligatoria en Arkaute.
Los problemas surgieron cuando, a principio de curso, uno de sus compañeros fue agredido por otro delante de toda la clase. Asesorado por un sindicato, Ibai denunció lo ocurrido a la dirección de la academia, entonces dirigida por Andrés Zearreta, un hombre de la máxima confianza del exconsejero de Seguridad Josu Erkoreka. También les informó de que, aunque todavía faltaban siete meses de curso, ya se sabían los tres aspirantes que iban a ser señalados en el 'sociograma' y que también él sería marginado si sus compañeros se enteraban de que había denunciado esa agresión. Además, les confesó que entre muchos alumnos era frecuente escuchar comentarios homófobos y racistas, además de expresiones impropias contra los «ciervos» (en referencia a los simpatizantes de la izquierda abertzale) y contra el euskera. Todo ello, insistía, supone una vulneración de los códigos internos de Arkaute.
A pesar de que en un primer momento le dijeron que iban a investigar lo ocurrido, el aspirante entendió pronto que la academia «no iba a hacer nada» porque, entre otras razones, supondría «expulsar» a una buena parte de los alumnos, algunos de ellos familiares e hijos de «personas poderosas». Fue entonces cuando decidió denunciar lo ocurrido con un documento oficial fechado en octubre. Es en ese momento cuando empezó a grabar conversaciones con compañeros y con personal del centro para dejar constancia de lo que estaba pasando. Según el informe pericial que ha adjuntado a la causa, en los audios se puede comprobar que el 'sociograma' estaba «manipulado» desde el inicio, que son habituales los casos de acoso a otros alumnos y que existe un «ambiente hostil y discriminatorio», caracterizado «por comentarios racistas y homófobos». También se constata -insiste- que la dirección de la academia decidió «no investigar».
En estas circunstancias, meses después, el aspirante volvió a ser declarado no apto en la entrevista final. Además, recibió 38 votos en contra de compañeros que le consideraban la «persona menos adecuada» para el trabajo. Los otros que recibieron peores puntuaciones fueron los que el aspirante había señalado a principios de curso. De hecho, ellos cuatro acumularon el 70% de los negativos.
Ibai decidió recurrir su expulsión en los tribunales porque tiene claro que fue una consecuencia de «sus denuncias sobre conductas inadecuadas». En su demanda insiste en que el funcionamiento de Arkaute carece de «criterios objetivos y científicos» y que está basado en la «arbitrariedad». Y recuerda que un profesor con el que no tuvo contacto redactó un «informe falso» sobre su supuesta falta de autocontrol. Todo ello, al parecer, para justificar su exclusión.
Cronología judicial
Demanda
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Expulsión de Arkaute: El aspirante recurrió su expulsión de la academia de Arkaute en 2023 ante un juzgado de lo Contencioso Administrativo de Bilbao.
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Primera resolución: El juzgado reconoció que la agresión a un alumno que denunció el aspirante se produjo. Sin embargo, desestimó su demanda al dar por bueno el dictamen de la academia, que consideró que el aspirante evidenció «nulo esfuerzo» en todas las áreas, evidenciando «ideas de complot y conspiración» impropias para realizar la labor policial. El juzgado le impuso las costas.
Recurso ante el Tribunal Superior vasco
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«Manipulación sistemática»: La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco estudia el recurso del aspirante, que alega que no se han tenido en cuenta los audios ni el informe pericial que -dice- avalan su demanda.
El 'Gran Hermano' de la academia, clave en la selección
Se trata de una prueba en la que los alumnos de la academia deben evaluar a sus compañeros a través de una serie de preguntas. Por ejemplo: «¿Con quién saldrías a patrullar?» o «¿Con quién no afrontarías una situación de riesgo?». Los aspirantes deben poner 9 puntos positivos y otros 9 negativos a sus compañeros, con un máximo de tres por alumno. Esta prueba es conocida como el 'Gran Hermano' de la academia porque da pie a alianzas para perjudicar a otros candidatos. Además, resulta «determinante» en la valoración final del resto de apartados que componen el bloque de «valoración de actitudes».
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