La investigación sobre el incendio de Basauri incluye la hipótesis de que fuera provocado

Los Bomberos forales ya habían estado en esta zona del barrio de El Kalero el pasado 21 de diciembre por otro incendio en una lonja y hace unos veinte días se desató otro fuego en el mismo bloque de casas, aunque entonces lo sofocaron los propios vecinos. Tres incidentes muy similares en apenas mes y medio.

Agentes de la Ertzaintza han revisado las imágenes de las cámaras de videovigilancia y han tomado declaración a numerosos testigos, entre ellos vecinos del portal más afectado, el número 5 de la calle Kareaga Goikoa y también de los contiguos, el 1 y el 7 –el 3 está tapiado desde hace años–, que podrían encontrarse al borde del colapso por los destrozos causados por el fuego. Se trata de un bloque de viviendas de 1930 fuera de ordenación desde hace cuatro décadas, por lo que, según los vecinos, no se les permitía realizar reformas.

Antonio Salazar, padres y abuelo de la mujer y los dos niños que tuvieron que ser rescatados de entre las llamas y que reside en el número 1, ha contado a la Policía que un joven estuvo merodeando por la zona poco antes del incendio. «Andaba de forma extraña, con la espalda manchada de yeso y las manos negras», relató a este periódico. Este mismo individuo estuvo también por el edificio cuando se desató el anterior incendio, el de hace veinte días. «Le vieron con papeles en un saco».

Según los testigos, a los «camarotes» donde se inició el foco «accedían distintas personas», que han mantenido enfrentamientos. Entre otras pruebas, la Policía busca evidencias de que se haya podido usar algún producto acelerante para avivar las llamas. Otra de las opciones que se estudian es el origen accidental o negligente por descuido, como una colilla mal apagada. Las actuaciones de Ertzaintza y Policía Municipal han sido continuas en esta zona de El Kalero. Ambos cuerpos mantienen allí una vigilancia preventiva las 24 horas para evitar saqueos o ante un posible derrumbe.

Tres vecinos denunciados

El fallecido se encontraba en el piso de un amigo, en la tercera y última planta, y se refugió en un primer momento en el punto más seguro, el baño. Al sentirse acorralado por las llamas, optó por lanzarse al vacío desde la parte trasera del inmueble, que se asoma a un barranco sobre las vías de la línea de Renfe. La caída le provocó la muerte inmediata.

En un primer momento, pasadas las 17.30 horas, se desplazaron hasta el lugar patrullas de la comisaría de la Ertzaintza en Basauri. La situación era muy tensa. Una madre se asomaba al balcón de uno de los pisos con sus dos hijos menores pidiendo auxilio, mientras su marido y otros familiares se encontraban en la calle viendo la escena.

Policías y bomberos fueron recibidos con insultos por algunas de las cerca de mediocentenar de personas congregadas. Los agentes les pedían sin éxito que despejaran la zona y no interrumpieran las tareas de extinción y salvamento. Tres de ellos han sido denunciados por infringir la ley de Seguridad Ciudadana y faltar al respeto a los agentes, según las mismas fuentes.

Se llegó a movilizar a varias furgonetas de antidisturbios de la Ertzaintza por si era necesario controlar la situación y para garantizar la seguridad de los equipos de emergencia. Un ertzaina resultó intoxicado al intentar acceder al inmueble para rescatar a posibles víctimas. Los agentes vaciaron siete extintores para intentar controlar las llamas en un primer momento. Los Bomberos rescataron con la escala a la mujer y los dos menores y también a un hombre.