El Carnaval pone a prueba a la Policía de Colonia

Los carnavales renanos en ciudades como Düsseldorf, Bonn o Colonia comienzan tradicionalmente el jueves a las 11 y 11 de la mañana con el asalto de cientos de mujeres disfrazadas a los ayuntamientos locales, donde los alcaldes entregan sus llaves y ceden durante 24 horas el poder local a las féminas. Siguiendo la tradición y provistas de enormes tijeras, las mujeres cortan toda corbata que se pone a su alcance, a la vez que reparten besos y asumen todo el protagonismo de la jornada. Unos gestos que pueden ser malinterpretados por quienes no conocen las costumbres de la región que se precia de ser la más alegre de Alemania.

Hasta 2.500 policías, el doble que el pasado año, tomarán posiciones por el centro de la ciudad para garantizar el desarrollo pacífico de los carnavales, que tienen otras dos jornadas culminantes en Colonia el domingo y el Lunes de Rosas, días ambos en los que se celebran desfiles. Entre los 2.500 agentes figuran unos 350 miembros de la Escuela de Policía, a punto de licenciarse como comisarios y con experiencia en la calle. Al operativo pertenecen también otros 900 miembros de las fuerzas de rescate, bomberos y sanitarios.

Matthies anunció que a partir del jueves y hasta el Miércoles de Ceniza se montarán en el centro de Colonia dos zonas para concentrar provisionalmente a posibles detenidos con una capacidad máxima de 400 personas. Equipos especializados en la atención de víctimas de agresiones sexuales e intérpretes en varios idiomas forman parte del despliegue organizado por la ciudad renana, que además ha dictado la prohibición expresa de pisar sus calles a unas 50 personas, entre ellas carteristas norteafricanos, grupos de rockeros y otros individuos que el pasado año mostraron una actitud violenta.

Matthies explicó que en 2015 se registraron durante los carnavales unos 50 delitos sexuales, que van desde el acoso a la coacción y la violación. El responsable de las fuerzas de seguridad consideró estas cifras normales para unas fiestas desenfrenadas en las que participan hasta un millón de personas.

Armas de juguete

El jefe de la Policía pidió expresamente a quienes acudan a los carnavales que renuncien a vestirse de yihadistas y prescindan de portar con sus disfraces armas de juguete de aspecto real para no alarmar a la gente y evitar verse interpelados por los agentes. Además reconoció que existe «un alto peligro abstracto» de atentado terrorista, pero subrayó que no disponen de indicio alguno de una amenaza concreta.

Henriette Reker, la alcaldesa de Colonia, comentó que «nunca podrá haber garantías de seguridad al cien por cien», pero garantizó que no se volverán a repetir sucesos como los de Año Nuevo. «Hemos hecho todo lo posible para que la gente en Colonia tenga la sensación de estar segura, prometió.