'La Bestia' cruza las calles de Nairobi

La limusina presidencial en la que Barack Obama está realizando sus traslados en la capital de Kenia es hoy, posiblemente, el lugar más seguro del continente. En ese lenguaje paralelo que utiliza el servicio secreto para referirse a todo lo relacionado con los inquilinos de la Casa Blanca, esta mezcla de coche de lujo y tanque a prueba de un ataque nuclear es conocida como La Bestia. Y para ser sujeto de información clasificada se sabe bastante de su piel y un poco de su interior.

El modelo que lleva al actual presidente en sus actos dentro y fuera del país es de 2009 y fue construido por General Motors en Detroit combinando una limusina Cadillac con la estructura de una camioneta GMC. La carrocería es de aluminio, acero y titanio, con ventanas de 12 centímetros de grosor y puertas de 20 centímetros. El vehículo está sellado de modo que no puedan atravesarlo armas químicas, y resiste el impacto de bombas y granadas.

Pero también se puede defender, para lo que cuenta con cañones de gas y un sistema para activar bombar y armas automáticas. En caso de ataques nucleares o biológicos, la caravana que lo acompaña, de hasta 45 vehículos según el riesgo del recorrido, cuenta con equipos de respuesta especializados. Dentro de La Bestia también se puede organizar una ambulancia de campaña, pues cuenta con suministros de oxígeno y bolsas para transfusiones con el tipo de sangre del presidente. En el interior hay un auténtico centro de mando en la cabina del conductor, conectada por satélite con el Pentágono, la CIA y la oficina del vicepresidente para informar de cada paso y recibir instrucciones. El transporte de este blindado de diseño se realiza en un C-17 Globemaster III de la Fuerza Aérea con una cabina acondicionada especialmente para el vehículo.

La agencia AFP recogía ayer el curioso homenaje que varias familias de Kenia habían ofrecido a Obama al bautizar a los bebés nacidos en el día de su llegada con su nombre e incluso con el nombre de su avión, así, AirForce One. «Por el momento no se habían dado casos de niños llamados como la limusina blindada de Obama», apuntaba el reportero con alivio.