Las familias de Alberto y Joaquín recuperan «la esperanza» de encontrarlos

Hoy se han cumplido dos meses del derrumbe del vertedero de Zaldibar y una familiar de Joaquín Beltrán, uno de los dos desaparecidos en la catástrofe, resumía perfectamente la situación. Por un lado, el hallazgo este domingo del coche de Alberto Sololuze, el otro trabajador sepultado, «hace recuperar la esperanza» de que se vaya a producir el rescate de los dos cuerpos. Pero por otro, este calvario de semanas de incertidumbre, este «paso del tiempo sin resultados, es demoledor», según Marta Álvarez, cuñada de Beltrán.

En su última comparecencia conjunta, las familias de ambas víctimas coincidieron al mostrar su preocupación porque el derrumbe pasara a un segundo plano de la actualidad. Un temor que desgraciadamente se ha cumplido a causa del Covid-19. Tras dos meses de espera sin resultados, los allegados de Alberto y Joaquín se encuentran «derrotados, hundidos. En un estado de desolación que es muy difícil de sobrellevar», según explicó Álvarez en una entrevista en TVE.

Las dos familias han vivido «muchos momentos de angustia pensando que a lo mejor Alberto y Joaquín no aparecen, pero hemos recuperado la esperanza». El operativo de búsqueda, formado por un centenar de personas, no se ha detenido. Desde la familia de Beltrán, que ha sido muy crítica con la gestión del rescate Gobierno vasco, se aprecia que «se están haciendo las cosas mejor», con «más coordinación, más organización y más voluntad por parte de los responsables políticos, más implicación».

El responsable de planificación de Atención de Emergencias del Gobierno vasco, Iñaki Inoriza, coincidió en el uso del mismo término al valorar lo que supone el hallazgo del coche de Sololuze: «Alimenta la esperanza» de encontrar a los dos desaparecidos «aunque no tenemos la certeza absoluta», dijo en una entrevista en Radio Euskadi. Inoriza aclaró que el vehículo, reducido a un amasijo de chatarra, ha podido ser identificado gracias a que se ha recuperado su matrícula.

Sololuze solía aparcar su coche cerca de su puesto de trabajo, la báscula del vertedero, y según algunos testimonios, Beltrán se encontraba en las inmediaciones cuando la montaña de escombros se vino abajo. El coche de Sololuze no ha aparecido en la denominada como zona de búsqueda B-1, en el entorno de la báscula, sino en la inmediatamente inferior de la colada de residuos que se deslizó hacia la autopista, en la B-2. Desde el inicio de las labores de rescate, los geólogos habían apuntado que el derrumbe podría haber arrastrado a las víctimas hasta 70 metros ladera abajo del punto donde fueron alcanzadas, por lo que es posible que se encuentren en las inmediaciones del vehículo.

Inoriza explicó que ya se ha conseguido asegurar «la estabilización del vertedero. Tenemos un proyecto para que podamos trabajar en las zonas B-1 y B-2» con todas las garantías de seguridad para el equipo de búsqueda que trabaja «once horas al día». Aún así, queda mucho por hacer, pues el volumen de materiales a retirar y a revisar es «más del doble» del que ya se ha excavado.