

El Ibilaldia toma Galdakao y llama a «preservar» el euskera
Miles de personas participan en la 47 edición de la fiesta de las ikastolas vizcaínas, que gozó de un gran ambiente bajo un sol espléndido
Bajo un sol espléndido, las ikastolas de Bizkaia han celebrado este domingo en Galdakao el Ibilaldia, su fiesta anual. En esta 47 edición, Eguzkibegi ha ... sido la encargada de organizar la cita en el bosque Pepeto, un entorno natural privilegiado ubicado junto al centro educativo, bajo el lema 'Magaletik herrire, euskera erdire'. Una alegoría que anima a llevar el euskera de las faldas del monte (magal) donde está ubicada la ikastola «al pueblo» y a poner el euskera «en el centro».
En un ambiente festivo, los asistentes han disfrutado de conciertos, bailes tradicionales, herri kirolak, hinchables para los más pequeños, instrumentos musicales y, en general, actividades para todas las edades distribuidas en tres zonas en el entorno de la ikastola. Bocadillos, pintxos, dulces y barras con bebida han amenizado la calurosa jornada, que ha congregado a miles de personas. El evento ha contado también con la presencia de las principales instituciones, representadas por la consejera de Educación, Begoña Pedrosa; la diputada general, Elixabete Etxanobe; y el alcalde de Galdakao, Iñigo Hernando; así como de agentes del mundo euskaltzale, político y sindical.
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Ibilaldia toma Galdakao
Animados por el buen tiempo, los asistentes han reivindicado el «orgullo» de pertenecer a una red educativa «surgida del pueblo y para el pueblo», en palabras de Oihane Arana, presidenta de la cooperativa de Eguzkibegi. Dos madres han intervenido para contar su experiencia y se han referido a la ikastola como una «familia» de la que han destacado sus «valores», el esfuerzo «comunitario» y, sobre todo, que es un agente a favor del euskera y de la cultura vasca, que llaman a «preservar».
El grueso de las intervenciones durante el acto de apertura han girado en torno a esta idea. Pese a que el conocimiento de la lengua vasca está más extendido que nunca, ésta se encuentra en una situación «crítica» y de «emergencia». La diputada general lo ha resumido de la siguiente manera: «El reto para el euskera está fuera de las aulas, en las calles, los puestos de trabajo, el ocio...». El desarrollo de las redes sociales y el fenómeno migratorio, entre otros aspectos, se antojan retos fundamentales para el idioma.
En este complejo contexto, las ikastolas reivindican su papel. En una 'performance', unas niñas han encendido varios farolillos a modo de metáfora. «Nuestra responsabilidad es mantener encendida la llama del euskera, y acercarla a quienes no lo tienen», han señalado.
Esta edición del Ibilaldia ha coincidido con el Euskaraldia, el movimiento que busca extender el uso del idioma en las calles. «Todas las iniciativas populares son fundamentales», ha indicado Josu Telleria, presidente de Ibilaldia Elkartea. «Todas las instituciones, organizaciones y agentes son necesarios para dar la vuelta a la situación del euskera», ha añadido.
Un sistema educativo «único»
La pregunta es, ¿cómo hacerlo? ¿Qué rol juega ahí el sistema educativo? Las ikastolas abogan por avanzar, «con la participación real de toda la comunidad», hacia un sistema «único» basado en dos pilares: la lengua y la cultura vascas. Un sistema «con el espíritu y la esencia de las ikastolas», ha afirmado Telleria, que también ha criticado que el proceso que culminó en la Ley de Educación, aprobada en diciembre de 2023, «no tuvo el resultado que queríamos». Ikastolen Elkartea, la patronal que aglutina a 114 centros educativos en Euskadi, Navarra e Iparralde, siempre ha considerado la ley una «oportunidad perdida» para, entre otras cosas, avanzar hacia ese sistema único.
La consejera Pedrosa, por su parte, ha reconocido que el euskera se encuentra en una situación «crítica» pero ha preferido hablar de «oportunidades» que se abren en este «momento histórico». «Debemos repensar lo que hemos hecho hasta ahora», ha afirmado, tras señalar que el modelo D es un «elemento de cohesión». También se ha referido en varias ocasiones a la transformación que está suponiendo la llegada cada vez mayor de alumnado de origen extranjero. «Necesitamos puntos de encuentro» con esas familias, ha dicho. Su «inclusión» es «uno de los principales retos» del actual sistema educativo. «Es fundamental generar más oportunidades de aprender euskera y que sean de calidad», ha subrayado.
El Ibilaldia tiene su origen en los años 70 del siglo pasado. Muchas ikastolas se fundaron en aquella época, a menudo en condiciones de precariedad o incluso de clandestinidad, con grandes dosis de voluntad y militancia por parte de familias y profesores. En aquel complejo contexto, surgieron iniciativas como Ibilaldia, que buscaban, por un lado, reivindicar el orgullo de pertenencia a este modelo educativo y, por otro, recaudar fondos para sostener su actividad. Al finalizar el acto, los responsables de la ikastola Eguzkibegi han pasado el testigo a los de Kirikiño. El centro bilbaíno, ubicado en el barrio de Txurdinaga, será quien organice el evento el próximo año.
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