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Ignacio Goitia, el pintor bilbaíno que deslumbra en el ¡Hola!

Ignacio Goitia, el pintor bilbaíno que deslumbra en el ¡Hola!

Se le ve dando paseos y montando a caballo en el château de Le Fresne, el «magnífico» castillo familiar de su íntima amiga Flore de Brantes, condesa de la Moussaye

Lunes, 27 de enero 2025

Ignacio Goitia, el pintor bilbaíno cuya obra constituye una irónica sinergia entre historia y modernidad, ha coronado su popularidad tras aparecer en uno de los últimos números de la revista ¡Hola!. El artista, que ha elevado los desnudos masculinos y las jirafas a objeto de culto y ha marcado una carrera profesional con un estilo reconocible, posa junto a Flore de Brantes, condesa de la Moussaye, en el château de Le Fresne, el «magnífico» castillo familiar de su íntima amiga, en el Valle del Loira.

El reportaje, en el que también aparece la pareja de Goitia, el reconocido interiorista Alejandro Muguerza, reproduce al pie de la letra la esencia de la revista del corazón más importante de España: lugares de ensueño, idílicos jardines, casoplones espectaculares, un coche inglés Break hecho por Hermès y ropa de alta costura. Un envoltorio recogido en un ambiente de lujo y glamour. Tampoco faltan los pies de foto 'marca de la casa', que recuerdan que las primeras páginas de esta publicación están reservadas todas las semanas a personalidades muy importantes.

El texto subraya que la propiedad de la sobrina del expresidente de Francia Valéry Giscard d'Eistang, de 1.500 metros cuadrados, construidos en una propiedad de 570 hectáreas, ha alojado a ilustres invitados como la reina de Tailandia, Mick Jagger y la emperatriz Farah Dibah.

A lo largo de 13 páginas, más de las habituales de esta sección, se desgrana la vida de esta aristócrata pero también el empuje de este pintor, creador del fular que luce la condesa, así como los platos y cojines que acompañan la escenografía del pícnic. Todo calculado hasta el más mínimo detalle. El castillo incluye una iglesia, lavanderías, graneros, establos, pabellones bajo tierrra conectados por un túnel y varias granjas escondidas en el frondoso bosque, apunta el texto de Ana Fernández de Córdoba Cendra, acompañado de fotografías de Fernanda&Paloma.

A lomos de un elefante

Goitia, reconoce la publicación, ha jugado un papel «esencial» en la reforma llevada a cabo en el castillo, considerado monumento nacional francés, tras sufrir, en 2021, un desafortunado incendio que devastó uno de sus pabellones. Pintó, «entre otras obras magníficas» –el superlativo es un sello de identidad de la revista– «un espectacular mural en el techo del comedor principal de la mansión». En esta «imponente pieza» –«acepté el encargo cuando en una cena de Nochevieja la condesa me preguntó si no le parecía que el techo estaba un poco triste»– Goitia inmortalizó a su gran amiga a lomos de un elefante en una interpretación que combina su historia familiar y el «toque irreverente y creativo del artista». Cosa de ricos, pensará la gente corriente.

Y no les falta razón. Le Fresne acostumbra a celebrar eventos de alto copete con algunas de las familias «más distinguidas» de Europa entre los invitados. Los Montesquieu, la Rochefoucauld, los Astor, los Brissac... Flore, que aparece conduciendo un tractor, se muestra en el hall del castillo, de estilo Luis XVI, abrazando a Goitia, a quien dedica grandes elogios: «He encontrado en Ignacio, quien nos ha realizado aquí cuatro retratos de nuestros hijos, el artista perfecto para hacer en este lugar la fusión entre la historia y el toque contemporáneo».

El artista tampoco ahorra lisonjas: «Cuando estás aquí parece que se para el tiempo y que estás en otro mundo», expresa el pintor con dos tiendas –una en Doctor Achúcarro de la capital vizcaína y la otra en la Plaza de las Salesas de Madrid– donde vende sus vajillas y fulares, entre otras piezas. Pero no solo Goitia concita el interés de la condesa. También subraya el quehacer profesional de Muguerza, encargado de la decoración floral: «Organiza recepciones de alto standing a nivel mundial y es una suerte poder contar con su talento aquí», le dedica.

Pero casi todo el protagonismo de esta pareja se lo lleva Ignacio, quien recuerda que conoció a Flore en 2007, al final de su estancia, de casi un año, en la parisina Cité des Arts, donde estuvo becado por el Ministerio de Asuntos Exteriores francés. «Nos conocimos en una cena en el famoso restaurante Anahí. Me quedé prendado rápidamente de su fascinante personalidad y de su contagioso afán de libertad», valora.

Goiti también descubre las imposiciones que le exigió su amiga antes de afrontar el reto de diseñar el techo del comedor: «Me plantearon que el tema debía estar relacionado con India y, a poder ser, con presencia de algunos elefantes. El día que vi el techo terminado fue muy emocionante para mí. Casi se me saltaban las lágrimas y no podía dejar de sonreír. Hay algo importante y trascendental cuando de repente te das cuenta de que formarás parte de la historia de un edificio tan representativo», cuenta el pintor que deslumbra desde las páginas del ¡Hola!

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