La Iglesia celebra los 75 años de su reestructuración en el País Vasco
El acto ha tenido lugar en el monasterio de Estíbaliz, con la presencia del obispo de Bilbao, Joseba Segura
L. González
Sábado, 25 de octubre 2025, 18:22
Un gran número de personas ha participado este sábado en la celebración del 75 aniversario de la reestructuración de la Iglesia en el País Vasco, en un acto que ha tenido lugar en el monasterio de Estíbaliz. Una jornada que ha arrancado con una conferencia del catedrático de Historia y escritor Santiago de Pablo, sobre la historia de las tres diócesis, y cómo se fraguó todo en el Vaticano.
Bajo el lema '75 años caminando juntas', la cita ha tenido un gran componente cultural ya que se ha puesto en valor y se ha dado a conocer el santuario, así como el centro de interpretación del románico, ubicado en ese mismo lugar.
El acto central ha tenido lugar a las 13.00 horas, con el inicio en procesión desde el centro de peregrinos de la comitiva formada por 60 sacerdotes en representación de las tres diócesis, con el obispo de Bilbao, Joseba Segura, junto al de Vitoria, Juan Carlos Elizalde; y al de San Sebastián, Fernando Prado. Los tres han copresidido esta histórica misa desde un presbiterio donde estaban las imágenes de las tres patronas de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, Estíbaliz, Begoña y Aránzazu, respectivamente. «Una celebración insólita y única que ha querido poner en común lo mucho que une a estos tres territorios que tienen a Santa María como patrona bajo estas tres distintas advocaciones», han resaltado desde la organización.
Volver a las raíces
En la homilía, Segura resaltó «la importancia de nuestra historia en común y sobre todo la religiosidad natural que emanaba del pueblo vasco», afirmando que pese a que en la actualidad «la transmisión de la fe de manera natural se ha perdido, es una oportunidad para volver a las raíces de la Iglesia minoritaria de Jesús que contagiaba, que mostraba la importancia de la espiritualidad en el mundo y que eran ejemplo de una vida basada en la fe».
Tras la Eucaristía, los participantes se han trasladado al comedor de este monasterio para disfrutar de una comida, que contará también con espacio para la música y la danza. Una jornada que ha concluído sobre las 18.00 horas, con una salve popular cantada.