«Cómo no íbamos a venir, a la Virgen de Begoña se la quiere, mucho, mucho»

También así lo subraya Arantza Martínez, que hoy ha venido desde Santurtzi en metro, pero que muchos años ha salido desde su casa de madrugada para hacer todo el recorrido andando. «Eso lo hacíamos más sobre todo el 14 de agosto, pero lo de venir a la basílica es una tradición que no se quiere perder». «Hasta en lo peor de la pandemia hemos venido, aunque solo fuese para estar aquí un rato en el parque y marchar», ha subrayado tras salir de misa. Hoy ha venido con su pareja y una amiga de Bilbao, Mila Herrero, que también reconocía que ella es más de verano que de otoño. «Otros años en esta celebración no solemos subir del Casco Viejo, que ya está a tope con los txikteros cantándole a la hornacina de la Virgen y miles de personas disfrutándolos, ¡como para subir aquí!», ha subrayado. Este año sin embargo sí, «porque se está muy bien». Su amiga Arantza ha añadido que, «además, tenemos que empezar a dar cuantos más pasos mejor por normalizar nuestras vidas y este acto que es al aire libre me parece fenomenal para empezar, hay que confiar en la vacuna y disfrutar al máximo».

Nerea Fernández está muy contenta de poner de nuevo su puesto de rosquillas en la romería de Begoña. Ella es bilbaína, «si vivo a unos metros», y siempre le ha gustado participar de esta tradición. Y de vender su producto, «que esta es la primera vez que monto el puesto en Bilbao desde la pandemia y en otros lugares cuatro veces, no te creas». No hay el ajetreo de otros años, «con esto del covid y que nos han ubicado en el parking, que está en una esquina», ha explicado. Pero ella encantada. «Parece que ahora nos van a empezar a dejar en Santo Tomás y en lo que podamos», ha asegurado.

Merche Pérez es miembro del grupo de danzas Erreka Ortu y estaba muy emocionada: «Durante 15 años habíamos acompañado a la romería desde abajo y, aunque este año han recortado el recorrido para evitar aglomeraciones, nosotras le vamos a bailar el mejor Agurra a la Virgen», ha subrayado. «Llevamos año y medio sin bailar, pero eso no se olvida, es una gozada recuperar actos como estos que nos permiten conservar la tradición», ha remarcado.

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Begoña Usillos llegaba con la lengua fuera a la misa principal en honor a la Virgen. El viernes había llegado a San Sebastián y se propuso hacer el Camino de Santiago por el norte con el objetivo de llegar este lunes a Bilbao. «Pero hemos calculado muy mal y hemos tenido que hacer el último trayecto en tren, un poco más y no llegamos y, después de todo lo que hemos pasado., no quería perderme este momento por nada del mundo». Misión cumplida.

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Un aurresku con muchos recuerdos

La romera de honor Irene Diaz ha bailado un sentido aurresku en honor a la Virgen entre los entregados aplausos de una basílica abarrotada. La presentadora de Televisión Bilbao ha agradecido a la cofradía «por regalarme este momento» tras recordar que ella nació «aquí muy cerca, en la Virgen Blanca». «Siempre he entendido a la amatxu como la que nos cuida por encima de nuestras familias», ha subrayado. La periodista ha recordado la importancia de los medios de comunicación a la hora de informar sobre la pandemia, «hemos sido valientes», y ha recordado a compañeros como «Ramontxu, que seguro que está con la Amatxu haciendo bilbainadas, José Manuel Cortizas, amigo de la familia y del que echamos de menos sus 'saludos cordiales', y a Luis del Olmo, que se fue su ingenio, aunque me han dicho que sigue dibujando en el cielo».