Nelson y Esther, ayer dentro del contenedor entrevistan a uno de sus invitados. mireya lópez

24 horas en un cubo contra el estigma de San Francisco

Los dos 'influencers' encerrados en un contenedor entrevistan en directo al alcalde y a otros personajes para romper estereotipos

Domingo, 15 de enero 2023, 01:10

«Queremos cambiar un poco la imagen del barrio. Todo el mundo conoce lo malo, pero que ese estigma no opaque lo que también tiene ... de bueno. Algunas personas viven cerradas en un paréntesis, tienen una opinión y no la van a cambiar. Pero otras que dudan verán que algo se está mejorando». Nelson Daniel (Kingnelson023 en redes), de 22 años, hijo de inmigrantes nigerianos, y 'tiktoker' con 51.000 seguidores, se ha encerrado con su amiga de la infancia, Esther Charlene Ogunleye, durante 24 horas en un contenedor en la plaza de Cantalojas. Comenzaron su aventura a las 9.30 horas y la finalizarán hoy por la mañana. Los dos 'influencers' emitieron en directo de manera ininterrumpida por las redes y entrevistaron a distintos personajes, entre ellos el alcalde, Juan Mari Aburto, para reivindicar la cara multicultural y emergente de San Francisco.

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Hablaron, por ejemplo, sobre «cómo reducir la delincuencia y cómo va a cambiar el barrio con la llegada del Tren de Alta Velocidad (TAV) -si va a crear una barrera o se va a unir más con el resto de la ciudad- o con la llegada del turismo, como ocurrió en Malasaña». «Para mí es bienvenido, siempre que los vecinos puedan seguir viviendo aquí», explicó Charlene Ogunleye, licenciada en Periodismo y que presenta un programa musical en el canal de Kamanga, integrado por un grupo de influencers de Bilbao.

Arroz senegalés y café touba

Los dos jóvenes comieron dentro del cubo alimentos que se pueden degustar en alguno de los restaurantes del barrio, «como 'msemen', una especie de taco marroquí que se rellena de queso y miel, arroz senegalés, té y café touba», enumeró Nelson. Su madre llegó embarazada a Canarias y él nació en las islas, aunque se ha criado en la capital vizcaína, al igual que Esther.

Entre los vecinos que ayer seguían con curiosidad esta iniciativa estaba Salma, segunda generación de inmigrantes magrebíes. Vive en San Francisco, con su madre, Yasmina. Ella ha estudiado Turismo y, como no le sale trabajo de lo suyo, está opositando a un puesto en el Ayuntamiento. «A veces me avergüenzo porque a mis amigas de la carrera, sus padres no les dejan venir a San Francisco», lamenta. Su madre cree que lo único malo es «la gente que no respeta». «Cada mes tenemos que arreglar la puerta del portal». María lleva toda la vida en Zabala y le gustan este tipo de iniciativas culturales. «Que regeneren el barrio de verdad, que saquen a la gente de la calle, que estudien o hagan cursos», propone.

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