18 heridas inciso-cortantes y punzantes, muchas en la cara
El cadáver de Rebeca presentaba 18 «heridas inciso-cortantes y punzantes» en el cuerpo, trece de ellas por delante y cinco por la espalda, según ... el informe de autopsia al que ha tenido acceso este periódico. Muchas de las lesiones estaban en la cara y habían sido provocadas por un arma blanca y por un vidrio -un vaso o una botella-, ya que se le habían quedado incrustados algunos cristales. La herida más profunda estaba alojada en el abdomen. También tenía una marca de intento de estrangulamiento. La mujer murió, según los forenses del servicio de Patología del Instituto vasco de Medicina Legal, a causa de un «shock hipovolémico», es decir, que se desangró por las múltiples heridas de arma blanca.
Signos «de lucha y defensa»
Los patólogos también apreciaron en ella signos «de lucha y de defensa», lo que según la defensa del acusado, descartaría que hubo alevosía y, por tanto, obligaría a calificar el crimen como un homicidio en lugar de como un asesinato. Un vídeo grabado por la cámara del local recoge la pelea inicial entre víctima y agresor. En las imágenes se aprecia cómo el ataque se produjo de frente, por lo que no fue sorpresivo y la mujer tuvo la oportunidad de defenderse, un dato clave para que se establezca una pena u otra, según el Código Penal.
Las acusaciones pelearán por incluir la agravante de violencia de género, en base a los numerosos testimonios que a priori apuntan a que había maltrato y a los antecedentes del acusado con sus parejas anteriores.
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