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LUIS ÁNGEL GÓMEZ

Un helicóptero sella con espuma el vertedero de Zaldibar para evitar nuevos fuegos

La nave seguirá trabajando en el corte del desprendimiento, donde ayer vertió 48.600 litros de producto durante 60 descargas

Domingo, 23 de febrero 2020, 15:59

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Un helicóptero de la empresa Helitrans Pyrineés de Andorra se sumó este domingo al retén de prevención de incendios que trabaja en el vertedero de Zaldibar. La firma está especializada en el transporte de material, el montaje de ancorajes para aludes y protección antidesprendimientos vía aérea. El helicóptero cubrió ayer una buena parte de la zona en la que se han producido los fuegos con espuma sellante y extintora durante seis horas de trabajo, hasta que hubo luz suficiente. Realizó 60 descargas.

En total, vertió unos 46.800 litros de producto en el corte del desprendimiento, entre el talud original de la escombrera y la cota más alta de la montaña de basura y tierra que se vino abajo. Allí, el metano que genera el desperdicio de materia orgánica en fermentación llegó a activar cuatro focos por su fricción con el oxígeno de la atmósfera. Las llamas, a su vez, se alimentaron de la basura depositada. Seguía habiendo riesgo de incendio y las labores de estabilización de esta zona, que por su fuerte pendiente corría riesgo de derrumbarse, favorecen la reignición porque «remueven» materiales y gases.

Para fuegos sólidos

Para evitarlo, «era necesario que toda esta cota del vertedero que quedó al aire libre fuera cubierta con una capa sellante», explicaron los técnicos que integran la mesa de crisis. El helicóptero contratado realizó pasado el mediodía de ayer su primera intervención. Lanzó la espuma (Bio For Tipo A) con un helibalde o 'bambi', una especie de cubo colgado. «Se trata de un producto muy eficaz por su viscosidad frente a fuegos sólidos» – dijeron fuentes del Departamento–, que son los que queman materiales como papel o plásticos. Ataca las brasas en profundidad y también actúa como barrera de protección. La espuma se introdujo en el aparejo colgante con agua recogida por la aeronave en el cercano embalse de Aixola para generar la mezcla húmeda que se esparció. Para los responsables del operativo, es vital minimizar la posibilidad de que se produzcan nuevos incendios.

Aunque se podrían extinguir con más celeridad porque ya hay accesos construidos, la reignición de los materiales complica las labores de búsqueda de los trabajadores, además de contaminar el aire que respiran los núcleos habitados cercanos. Esto se debe a que arden plásticos y otro tipo de basura acumulada. La extinción también es compleja, porque los bomberos y operarios se ven obligados a intervenir con maquinaria de obra, echando tierra y otros materiales de la propia escombrera en lo alto de una montaña de basura inestable, soportando temperaturas sofocantes.

El helicóptero, que de momento fijará su base en el parque de bomberos de Iurreta, seguirá trabajando en el operativo puesto en marcha para afrontar las actuaciones de estabilización del vertedero y el rescate de los operarios sepultados. También se mantendrá el retén de bomberos y de tres máquinas dispuesto a intervenir sobre el terreno inmediatamente, en el caso de que se avivaran otros focos.

Las cuatro zonas de búsqueda de Alberto y Joaquín

Los especialistas del operativo de rescate han avanzado en la construcción de una vía empedrada de acceso para poder «vaciar», desde una cota más alta, el material que puede desprenderse sobre los operarios y así penetrar con seguridad en la zona prioritaria de búsqueda de los dos desaparecidos hace ya 18 días, donde ahora hay riesgo de derrumbe. Los expertos han dividido en cuatro las áreas de búsqueda. La primera, (B1) donde estaba la báscula y se cree que está al menos uno de los trabajadores, es donde se actuó tras las primeras horas del derrumbe. Aquí se empezó a desescombrar con máquina el día 9. Se extrajeron 500 toneladas pero la extracción se paralizó el lunes 10, por riesgo extremo de desprendimientos. Por debajo de este lugar, (zona B2) se estuvo desescombrando hasta el sábado 21. En solo un día, se retiraron 2.000 toneladas, aunque de momento, los especialistas han recomendado parar la labor por peligro. Mientras, en la lengua de material que desciende desde este punto hasta la autopista (B3) se retiran escombros desde el principio. Las máquinas se desplazaron el sábado a la zona B4, la más cercana al caserío, pero que es también muy inestable. Todo el material que se extrae es cribado por perros entrenados.

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