Habla un testigo del suceso de Ibarrekolanda: «Le palmeé la cara y le hablé para que no se durmiera»
Un testigo de la refriega, que terminó con un fallecido en fiestas de Ibarrekolanda, explica cómo intentaron auxiliarle hasta que llegó la ambulancia
Alonso regenta un bar en la zona de Ibarrekolanda donde el pasado fin de semana se produjo una refriega que terminó con un vecino de ... Bilbao, de 49 años, fallecido tras una agresión. El testigo, de origen colombiano, acababa de bajar la persiana de su local. Eran aproximadamente las cinco de la madrugada y se dirigía hacia su casa en medio del gentío que ocupaba la calle Benidorm por las fiestas del barrio, cuando vio «a un hombre que venía bastante tomado, dando bandazos. Había mucha gente y él les iba empujando. Algunos le querían agredir y yo intenté separarles». Cuando había recorrido unos 20 metros, «escuché unas voces fuertes y al voltearme, el chico se caía». Alonso, que ha declarado ya en el juzgado, volvió sobre sus pasos y presenció una discusión y cómo un individuo le agredía con los puños. «Botellazo no vi, sería mentir», afirma.
El fallecido, de gran corpulencia, identificado como Francisco Javier G. V., se desplomó de espaldas y «se dio todo el golpe sobre la cabeza. El impacto tuvo que ser muy fuerte». No le había visto nunca antes. Tampoco al presunto agresor. El herido sangraba y el color de su rostro empezó a palidecer. «Se quedó blanco». Alonso le sujetaba la cabeza y «le hablaba. Le decía que aguantara, que estuviera tranquilo que enseguida iba a llegar la ambulancia». «Le palmeaba en la cara para que no se quedara dormido». Al mismo tiempo, una chica le cogía de un brazo para tomarle el pulso. El tiempo se le hizo eterno hasta que llegaron los sanitarios.
Múltiples antecedentes
Una mujer se dirigió a los ertzainas y les indicó que había visto cómo un joven magrebí, al que después señaló, había golpeado al hombre con un objeto, que ella creía que podía ser una botella, en la parte trasera de la cabeza. Cuando cayó al suelo, siguió pegándole.
Los sanitarios intentaron reanimarle y le trasladaron en estado de coma al hospital de Basurto, donde murió al cabo de unas horas, pese a la intervención que los médicos le practicaron para intentar salvarle la vida.
Mientras era atendido, los ertzainas detuvieron al sospechoso, un joven de origen marroquí de 22 años, identificado como L. M., con numerosos antecedentes policiales. Fue arrestado por un delito de lesiones, que al fallecer la víctima podría convertirse en homicidio.
Tras ser puesto a disposición del juzgado de guardia, el arrestado ingresó en prisión provisional.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
