El gran paseo de Zorrozaurre, de dos kilómetros junto al canal, empezará a construirse en enero

Como circunstancia particular está el hecho de que todo ello se emplazará sobre los rellenos del canal, es decir, en los terrenos ganados a la lámina de agua para hacer una ribera uniforme que facilite el discurrir de la corriente y reduzca el riesgo de inundaciones. La obra para ganar esos suelos fue ejecutada por Altuna y Uría y por Acciona, que a cambio de llevar a cabo el tajo (costó unos 24 millones) tienen el derecho de desarrollarlos. Eso es lo que llega ahora. Por un lado, la urbanización, que viene a ser esencialmente el parque-paseo (porque las carreteras van aparte, por el centro de la isla). Y por otro lado, el negocio, que es la construcción de viviendas, 780 pisos tanto en la punta norte como en la sur. De hecho, en el arranque de 2025 también se va a comenzar a levantar la primera promoción residencial ahí, sobre los rellenos, en la zona próxima al puente de Frank Gehry.

Hay que matizar que, aunque el paseo tendrá un total de dos kilómetros de longitud, lo que arranca ahora es la urbanización del kilómetro y medio que se corresponde con los dos extremos, que es donde se han ganado suelos al canal. La parte central tendrá que esperar. Esta zona forma parte de la segunda unidad de ejecución de la Actuación Integrada 1 (AI1), el ámbito más retrasado en el desarrollo urbanístico de Zorrozaurre, y aún habrá que aguardar bastantes años para que los planos tengan reflejo en el mundo real. Eso sí, los diseños están definidos de tal modo que lo que ahora se aborda, la urbanización de los extremos, tenga continuidad en los quinientos metros que quedan pendientes.

En realidad, el plan inicial era arrancar con la urbanización del parque-paseo a inicios de este mismo año. ¿Por qué este retraso? Por lo que viene a ser un trámite. Juan Carlos Sinde, gerente de la Junta de Concertación de Zorrozaurre, apunta que el proyecto requería de una aprobación definitiva que únicamente podía llegar tras la modificación del plan especial, que ocurrió en julio. Solventada la exigencia burocrática, añade, llega el momento de actuar. Y se hará no sólo en los suelos de las dos constructoras que ejecutaron los rellenos, Acciona y Altuna y Uría, sino en alguna pequeña parcela propiedad de la Junta de Concertación que se ve afectada también por el planeamiento de las zonas verdes. Como lo lógico es que todo se haga en una misma actuación, este organismo pondrá 1,8 millones de los doce que costará en total el desarrollo, dice Sinde.

Como elemento más exótico en todo esto que viene estará lo que se ha bautizado como el Parque del Agua, un espacio donde convivirá un estanque ornamental de 680 metros cuadrados con una fuente próxima de 29 surtidores que emitirán agua (con chorros de hasta dos metros de altura), niebla y luz. La voluntad es que el líquido procedente de los surtidores se deslice hacia el estanque por una pendiente creando así un circuito cerrado.

¿Qué hay del resto? ¿Qué más incluye esta actuación que recorrerá la isla de arriba abajo? Comencemos por la punta norte, la que está frente a Elorrieta. Se trata de un espacio muy singular porque ahí se juntan los cauces del canal de Deusto y de la ría. Pero, sobre todo, ese vértice afilado enfocado hacia el mar tiene algo de observatorio, rodeado como está por el espejo acuático. Es además un lugar tranquilo, fin de ruta, no es sitio de paso para nada. Hay «calma, sosiego y paz», pondera el proyecto constructivo. Por eso se van a disponer bancadas de madera en distintos niveles para que la gente pueda tomar el sol allí, contemplar el ocaso en los días despejados, o simplemente disfrutar de las vistas anchas.

Continuando hacia el sur, el siguiente punto relevante será una zona de juegos que estará a medio camino entre la punta norte y el puente de San Ignacio. El equipamiento estará «rodeado de taludes verdes para crear un ámbito específico y protegido donde la vegetación tenga protagonismo». El paseo seguirá con mayor anchura y una zona vegetal central con césped, arbustos y árboles. En el punto de encuentro con el puente, la ruta se unirá en la misma cota con él mediante rampas suaves, de entre el 3% y el 4%, y la calzada se atravesará por un paso de cebra. Y hasta aquí llega la parte norte del nuevo paseo cuya obra arrancará en enero.

El otro segmento que se ubica sobre los rellenos y que es ahora objeto de desarrollo está al sur y comienza junto al puente de Frank Gehry. El primer tramo tendrá dos alturas: un paseo que discurrirá justo junto al canal a cota más baja, y otro más elevado, al nivel de los solares contiguos donde se levantarán los edificios. Entre ambos escalones habrá una franja verde con arbustos y árboles.

Por ahí se llegará a la zona más interesante, al Parque del Agua anteriormente descrito. Justo antes estará una pradera en forma de 'U' angulosa justo donde ahora puede verse una escollera. En un principio el plan era que el relleno que ahora ocupa ese espacio se retirase para propiciar un entrante del canal en la isla. Luego se decidió mantener el relleno, pero situar sobre él un estanque que sugiriese cierta continuidad con la lámina de agua. Y por último, según el proyecto actual, se resuelve habilitar una extensa zona de césped «volcada al canal con mobiliario dispuesto a modo de gradas integradas en el terreno».

A continuación llega el Parque del Agua, con sus luces y sus nieblas. Y por último, continuando el paseo hacia el norte y teniendo en cuenta que el planeamiento contempla en las inmediaciones la construcción de un equipamiento deportivo, habrá una zona para hacer ejercicios al aire libre con los aparatos habituales: bicis estáticas, elípticas, rueda de estiramientos, banco de abdominales... De esto también habrá en alguna parte del recorrido en la punta norte.

La previsión, según el calendario que maneja Sinde, es que se pueda disfrutar de todo ello en dos años. En realidad, podría ser antes si a medida que se va avanzando ciertas zonas se van abriendo al público.

Esta obra va a suponer un buen revolcón en la zona ahora que, al fin, está avanzando a buena velocidad la urbanización. La idea es que la próxima Semana Santa lleguen los primeros vecinos a los edificios que están casi terminados en la punta norte de la isla. Dotarla además de un entorno bonito previsiblemente ayudará también a comercializar futuras promociones.