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El Gobierno vasco ha paralizado la construcción de un paseo peatonal en Murueta, muy cerca de los astilleros en donde se quiere levantar en el futuro una de las dos sucursales del museo Guggenheim de Urdaibai. El proyecto, en el que se iban a invertir ... dos millones de euros, llevaba más de diez años en desarrollo por parte del Ejecutivo autonómico y había logrado 1,6 millones de financiación de fondos europeos. Sin embargo, Lakua ha decidido frenarlo a última hora a petición de la Diputación y solo ejecutará por ahora una parte (cerca de un kilómetro).
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La razón esgrimida por la institución foral para solicitar que se detenga la construcción del camino es que «resulta deseable dejar la zona para otro tipo de restauración ambiental, siendo necesario, en definitiva, buscar alternativas a dicho recorrido», según consta en un informe al que ha tenido acceso EL CORREO. Fuentes del Gobierno vasco explican que la senda «coincide a su vez con el mismo trazado de unión peatonal entre las dos posibles ubicaciones del Guggenheim Urdaibai» que aspira a levantar la Diputación. Este desencuentro entre ambos organismos gobernados por el PNV se produce en un contexto en el que la iniciativa cultural comienza a dar sus primeros pasos en los despachos.
El plan museístico impulsado por el equipo de Unai Rementeria tiene pendiente, entre otros muchos asuntos, resolver una gran incógnita. Se trata de cómo conectará de forma sostenible los dos centros artísticos que se quieren habilitar en la comarca: el citado de Murueta y el de Gernika, que estará ubicado en la sede de Dalia, una antigua fábrica cubertera. En un primer momento se habló de una senda peatonal de cinco kilómetros a través de la marisma. Un camino en el que se planteaba la opción, incluso, de instalar esculturas o cuadros. La posibilidad de colocar obras en suelo protegido ha quedado prácticamente descartada tras advertir un informe externo de que podría contravenir las normas de la Reserva de la Biosfera. Y el propio Gobierno vasco pidió a la institución foral más estudios y que no descartara llevar ese itinerario peatonal tierra adentro, lejos del humedal.
Este planteamiento de Lakua se trasladó a la Diputación mediante un paquete de alegaciones formuladas contra el documento inicial que daba el pistoletazo de salida a las consultas para promover el plan museístico. El Ejecutivo autonómico, a través de la Agencia Vasca del Agua (URA), también advirtió entonces de que para que se construya el Guggenheim Urdaibai es necesario resolver primero el problema del abastecimiento de agua potable a la comarca.
Nueve meses después de estas objeciones, es ahora la Diputación la que presenta alegaciones al otro proyecto que el Gobierno vasco tenía previsto ejecutar en la zona. El plan del Ejecutivo autonómico pasaba por levantar un paseo elevado de madera (como si fuera un palafito) entre Punta Murueta y la zona que linda con las astilleros.
En su escrito, la Dirección General de Medio Ambiente de la institución foral señala que «el camino proyectado se interna en una zona de elevada sensibilidad ambiental, por lo que el trasiego de personas, sin una adecuada valoración y aquilatación del uso previsto, podría generar efectos ambientales no deseables». En esta línea, la Diputación pide que el criterio de actuación sea «el de mínima intervención, no favoreciendo el uso intensivo del camino». La Dirección de Medio Ambiente también insiste mucho al Gobierno vasco en que se debe «llevar un control de los visitantes para limitar, si es preciso, la afluencia a la zona». Un planteamiento que contrasta con los 140.000 visitantes que el proyecto museístico podría atraer a la comarca.
Los técnicos forales también piden limitar el paseo a un uso peatonal e impedir el paso a bicicletas y «otros sistemas de circulación mecánica». Por su parte, fuentes del Gobierno vasco aclaran que los fondos comunitarios logrados no se perderán sino que se destinarán a otra iniciativa.
El proyecto que el Gobierno vasco ha paralizado se desarrolla en uno de los parajes más bellos de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Se trata de una pastilla de terreno que se asoma a la marisma. Allí está la antigua tejera, la fábrica de tejas, la primera factoría de la comarca. Data del siglo XIX. Además, existen siete curiosos embarcaderos de madera.
La zona forma parte del hábitat de varias especies protegidas. Se trata de fauna amenazada o de interés preferente, como el visón europeo, el tritón palmeado, la ranita de San Antonio, la espátula y algunas variedades de moluscos. El plan del Ejecutivo autonómico tenía como objetivo restaurar estos hábitats y mejorar también la inundabilidad. Por último, el paseo de madera colgante, a modo de palafito, pretendía también acercar esta joya natural a los ciudadanos, ya que el camino existente es irregular y muy poco accesible.
La Diputación ha sacado a concurso el primer gran contrato para avanzar en el proyecto para construir la sede del Guggenheim en Urdaibai. Se trata de un encargo que reserva un presupuesto de 240.000 euros para redactar un plan de compatibilización de esta iniciativa con el marco legal actualmente existente en Murueta y Gernika, municipios que albergarían las dos sucursales previstas del museo en la comarca.
Los trabajos contemplan la elaboración de una estrategia de participación ciudadana, así como el diseño y seguimiento de diversos trámites administrativos necesarios para que la propuesta llegue a cuajar. A la convocatoria, que aún está por resolverse, han concurrido seis empresas. Actualmente, los técnicos forales trabajan en la valoración de las ofertas recibidas.
Participación ciudadana
Una vez adjudicado el contrato, la firma ganadora dará continuidad a la labor que arrancó hace un año con un primer trámite de consultas para encajar el proyecto museístico. Para ello hace falta aprobar una modificación del Plan Territorial Parcial (PTP) de Busturialdea y Markina.
El contrato otorga bastante importancia a la elaboración de un programa de participación pública. La institución foral quiere activar una campaña de información a la ciudadanía. El documento estará abierto a la recogida de sugerencias, comentarios y aportaciones. El proyecto cuenta con el respaldo del PNV en Bizkaia. La futura diputada general, Elixabete Etxanobe, ha calificado como «estratégica» la iniciativa durante la campaña.
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