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María Rego
Jueves, 3 de marzo 2016, 21:33
Nadie dijo que seguir las tendencias resultara sencillo. Las hombreras XL, las riñoneras o los zapatos peludos son ejemplos de ello y su escasa presencia ... en la calle dan muestra de que estas arriesgadas ideas no han calado fuera de la pasarela. Sin embargo, hay otras propuestas complicadas de aplicar al estilismo diario que rompen esta teoría y se han extendido rápidamente por los armarios. Es el caso del culotte, ese cruce entre pantalón y falda presente en las colecciones de numerosos diseñadores para primavera-verano que vistió doña Letizia en su visita a la última edición de ARCO. Los suyos, de napa y con cremallera, salieron de Uterqüe (275 euros).
Pero las modas, y ésta no iba a ser una excepción, vuelven y se van y los culotte iniciaron su recorrido hace casi un siglo. Fue en los años 30 cuando Elsa Schiaparelli los firmó como falda-pantalón. Comenzaron a utilizarse para montar a caballo o practicar deportes, como el tenis, aunque tardaron unas décadas más en torno a los setenta en popularizarse en los 'outfits' femeninos. En 2014 regresaron a la pasarela y se multiplicaron por los escaparates. Hoy se presentan como una prenda perfecta para la oficina, reinan en las noches de las más atrevidas e incluso se cuelan en eventos de la mano de 'celebrities' como Blanca Suárez, Juana Acosta, Rihanna u Olivia Palermo. Ellas suelen contar con un estilista de cabecera que les guía frente al espejo pero, a falta de consejero, basta tener un puñado de ideas claras para acertar con esta pieza.
En primer lugar hay que asumir que su largo 'midi', ancho amplio tipo palazzo o el tiro a la cintura no permiten muchas combinaciones. El objetivo debe ser siempre alargar la figura para que estos pantalones resulten favorecedores. Las prendas ideales para lograrlo son, en la parte superior, el 'crop top', camisetas ajustadas desde la clásica blanca a otras monocolores, con mensajes... o jerseys de cuello alto igualmente ceñidos si no se quiere esperar al buen tiempo para probar esta tendencia. Hacerse con un body es otra alternativa para marcar cintura. Y, más allá de efectos ópticos, para ganar centímetros de verdad conviene calzarse unos stilettos o unas sandalias que dejen la piel al descubierto. Unas zapatillas blancas pueden dar un toque desenfadado a los culotte y, aunque no contribuyan precisamente a estilizar la silueta, crean un 'look' diferente y, sobre todo, cómodo.
De día y de noche
De hecho, la comodidad aparece como el gran punto a favor de estos pantalones que se llevan de día y se pueden sacar a pasear también en 'outfits' nocturnos. Si se decide llevarlos al trabajo, por ejemplo, hacen buena pareja con una sencilla camisa blanca, una blazer o un zapato de tacón. Si se eligen para una cita de noche tienen en las blusas con transparencias un aliado perfecto para dar un aire sofisticado al estilismo no apto para poco atrevidas. También es una opción el total look con el culotte y el top a juego, ya sea en color o estampado, como los ideados por Dolce&Gabbana, la siempre elegante mezcla de blanco y negro o el estilo marinero con una sencilla camiseta a rayas.
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