De la cama a la calle

El verano encara ya su recta final y en breve los armarios deberán pasar el duro trance de arrinconar vestidos vaporosos, bikinis y sandalias para dejar espacio a jerseys, botas y bufandas. Pero en la próxima temporada se colará un intruso, una tendencia más adecuada para las altas temperaturas que para el frío propio de diciembre. Se trata del estilo lencero que grandes referencias de moda como Nina Ricci, Chloé, Margiela o Alberta Ferretti han incluido en sus colecciones de otoño-invierno en menor o mayor dosis sin reparar en que supone ponérselo demasiado fácil a catarros y gripe. No quedarse congelada es, pues, uno de los retos si se elige una de estas prendas que ya se hicieron hueco en la década de los noventa. No parecer recién levantada es el otro porque resulta más que evidente que estas piezas encuentran inspiración en camisones, combinaciones y saltos de cama.

Ambos objetivos se pueden cumplir con la construcción de un buen 'outfit' en torno al vestido lencero -las menos atrevidas pueden recurrir a tops, una opción mucho más discreta y ponible- para no restarle feminidad pero tampoco excederse en el toque sexy. Aquí van un par de ejemplos para conseguir una mezcla cargada de estilo. La primera propuesta con esta pieza como protagonista no es apta para frioleras pues se acompaña con una cazadora de cuero y unas botas moteras para darle un punto rockero. Si la imagen resulta un poco agresiva o demasiado oscura si se cae en el 'total black' se puede rebajar con una cazadora vaquera en vez de una de piel.

Propuestas de Zara.

La segunda idea, más calentita, consiste en cubrir el vestido con un cárdigan de angora o un jersey grueso de lana. En los dos casos elige una talla 'oversize' y huye de los colores estridentes para convertir esta combinación en un 'look' de oficina que se puede rematar con unas medias tupidas con mocasines o zapatos de salón a los pies. Y como prenda exterior vale casi cualquiera, desde una americana hasta un abrigo militar, porque el contraste de texturas y tejidos es un acierto seguro.

Más concesiones por la noche

Lo que sí supone un error es pensar que el estilo lencero (o 'lace' para los angloparlantes) queda relegado en exclusiva a la noche. De hecho, sobre la pasarela se han visto opciones pensadas para lucir a plena luz del día y revisadas por cada firma de infinitas maneras. Chloé se decanta por el color nude -con el riesgo, eso sí, de que sus diseños se asemejen más a un camisón-, Nina Ricci escoge la seda negra, Maison Margiela prefiere el satén, Louis Vuitton realiza encajes ensartados en piel, Elie Saab apuesta por las transparencias...

Pero quienes quieran dar un toque sexy a sus 'outfits' nocturnos, sin duda, encontrarán en estas prendas a las compañeras ideales. Apenas necesitan complementos y mucho menos ostentosos, sobre todo, en el apartado joyas y con un blazer por encima, unas medias plumeti y unos zapatos de tacón podrás salir con mucho estilo a cenar o tomar una copa. Además, en estos paseos nocturnos hay vía libre para mayores concesiones como, por ejemplo, saltar del encaje a las transparencias aunque la sutilidad debe ganar siempre la partida. Así que, por la mañana o caída la madrugada, mejor huir de vestidos o tops demasiado pegados a la silueta y buscar opciones vaporosas.

En negro, apuesta segura

Algunas de las grandes casas de moda ya habían probado a introducir detalles de esta tendencia en la anterior temporada otoño-invierno, pero ahora lo visten sin complejos y señalan así el camino de lo que las marcas 'low cost' llevarán también a sus perchas. El vestido que en breve se reproducirá en infinitas versiones se identifica por presentarse en una única pieza, en materiales ligeros, con tirantes finos y a menudo rematado con encaje en el bajo, en el escote o en ambos extremos.

Propuestas de Mango y Bershka.

La apuesta segura es en negro, sobre todo porque facilita la mezcla con jerseys y chaquetas en otros colores, aunque el lado sexy-romántico de esta prenda está también garantizado si se encuentra en burdeos, grises o verdes oscuros. El blanco y el rojo quedan vetados para evitar precisamente esa imagen de recién salida de la cama, y los estampados de flores o animal 'print' conviene usarlos con moderación.