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esther requena
Jueves, 12 de mayo 2016, 23:55
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Cuando las infantas Leonor y Sofía juegan en los jardines de La Zarzuela se encuentran con liebres, conejos, ciervos, perdices... y muchos jabalíes. Demasiados. Tantos que Patrimonio Nacional ha considerado que su cifra puede resultar peligrosa para la familia real y no solo por los accidentes de tráfico que podrían originarse en el recinto, por el que campan a sus anchas buscando comida. También suponen un riesgo dada su capacidad para transmitir enfermedades contagiosas, sin olvidar los parásitos que conllevan.
La voz de alarma ha saltado y Patrimonio Nacional ya estudia sacar a concurso público la captura de unos 2.400 ejemplares que habitan en los alrededores de la residencia real, según anuncia el portal Vanitatis. Pero no se busca un cazador normal para los alrededores boscosos del Palacio de La Zarzuela. Ademas de las licencias correspondientes, debe ser uno que capture las piezas a través de jaulas trampas, fijas o móviles, para que no sufran los animales. Unos ejemplares que irán directos para despiezar a un centro de procesado. Nada de un retiro dorado en granjas para su reproducción ni para su posterior caza en fincas cinegéticas.
Para la mejor oferta
Los nuevos 'empleados' de Patrimonio Nacional comenzarán su labor este verano y estarán cazando jabalíes por el monte de El Pardo hasta el año 2018. Son muchos ejemplares para pillar con trampas, aunque no es una cifra aleatoria. Los 2.400 jabalíes salen de las capturas realizadas en los últimos cinco años y su rápida extensión por los alrededores de La Zarzuela. La licitación para convertirse en cazador real ya se ha abierto y el contrato se lo llevará quien presente la mejor oferta económica, estableciéndose en las condiciones un precio mínimo de un euro por ejemplar.
Curiosamente, el rey Juan Carlos cazó su primer jabalí con apenas 11 años. No fue su primera pieza, puesto que inauguró antes su carrera como cazador cogiendo una liebre en El Pardo. No sería hasta cumplir los 24 años cuando el monarca emérito se estrenase con rifle en África, una pasión que le ha llevado a capturar búfalos, antílopes, leopardos o elefantes.
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