«Antes me gastaba 50 euros al mes, ahora me sale rentable»

Como ella, muchos pasajeros esperan que la medida se prolongue también el próximo año. «Hacía falta que alguien se fijase un poco en el transporte público. Que los que tenemos más de 26 años no disponemos de descuentos a pesar de utilizarlo todos los días», alega Javier, que suele viajar en autobús por temas laborales y que defiende todo lo que sirva para alejar a los coches de las carreteras. «Estos descuentos han ofrecido otras alternativas para quienes nos suponía mucho esfuerzo coger el automóvil», recalca.

«Estoy muy contenta porque necesito coger el autobús todos los días y aunque tenga el bono joven, 52 euros al mes es mucho dinero», añade Sheila, que al vivir fuera de la capital tiene que marcar más de una zona para poder ir a la universidad. «Antes, me fijaba más en los viajes que me quedaban en la Barik», dice entre risas.

María solía hacer el recorrido desde Amezola hasta Abando a pie. «Tardaba media hora de un lado a otro», reconoce, pero ahora, desde que Renfe ha hecho una reducción del cien por cien en sus tarifas prefiere usar el tren. «Los precios eran demasiado caros. No podía permitírmelo todos los días», asegura. Ella agradece esta medida porque «ir en tren a clase es más práctico» para su día a día.

Los hay también que teniendo todo un abanico de posibilidades para viajar (metro, autobús y tren), prefieren optar por la última opción porque «es más rápido». Esperanza, que solía hacer el trayecto de Barakaldo a Bilbao en Bizkaibus, prefiere ahora optar por Renfe. «Tardo mucho menos en llegar. Mientras dure el descuento seguiré usándolo», promete.

Iker tiene la misma opinión. Usa el tren para desplazarse desde Ugao hasta la capital vizcaína y cree que el abono de Renfe es un «chollo». «A poco que te muevas, haces 16 viajes y te sale todo gratis. Esto es muy rentable». En su caso, la apuesta por el ferrocarril es obvia porque en su municipio de residencia «no tenemos metro y no podemos movernos de otra manera». Los políticos, defiende Iker, «se tienen que dar cuenta de que este tipo de medidas nos facilitan mucho las cosas a los ciudadanos». ¿y qué pasaría si se suspendieran estas ayudas? «Coger el coche es muy caro y para moverse por Bilbao no es nada práctico. Será difícil acostumbrarse a los precios de antes».