La futura directora del Guggenheim de Nueva York visita Urdaibai

No es un encuentro oficial. Desde el ente foral lo restringían ayer al «ámbito privado». Es más, no figuraba en la agenda pública de ninguno de los presentes ni se convocó a la prensa, pero cobra una especial trascendencia en un momento en el que el lehendakari, Iñigo Urkullu, duda abiertamente sobre la viabilidad de extender la pinacoteca a ese enclave. Una postura que queda en contra de la opinión mayoritaria de su partido y de la Administración vizcaína, que han cerrado filas alrededor del proyecto.

De hecho, la visita destacó por la ausencia del Gobierno vasco, uno de los fundadores del Patronato de la Fundación del Museo Guggenheim Bilbao. Según ha podido saber este periódico, ni Urkullu -actual presidente del Patronato- ni ningún consejero eran conocedores del recorrido con el que se agasajó a Westermann. Desde el Ejecutivo autonómico se limitan a explicar que no están al corriente de la agenda de otras instituciones.

El principal objetivo de la visita de Westermann, aseguran desde el museo, era que conociera el entorno en el que se pretende levantar la pinacoteca, aprovechando así su desplazamiento hasta la capital vizcaína para la inauguración de una exposición sobre 'Pop Art' en el mismo Guggenheim. Para ello recorrieron tanto a pie como en barco parte de la senda de seis kilómetros que pretende conectar Murueta y Gernika.

El paseo de Westermann por Urdaibai llega en un contexto en el que las instituciones vascas buscan calmar las aguas en Estados Unidos después de que el lehendakari hablara en un acto público junto a Etxanobe de la necesidad de «darse un tiempo» para valorar la construcción del nuevo museo y los cambios que se están registrando en la Fundación Guggenheim.

La llegada de nuevos gestores, sostienen fuentes del museo, es un movimiento más bien simbólico porque la filosofía expansionista forma parte del ADN de la marca. Bilbao y Urdaibai no son ni la primera ni la última aventura en otros continentes.