Entrada al colegio Jesús María, ubicado en el monte Artxanda, que se cerrará en agosto. jordi alemany

La fundación propietaria del colegio Jesús María entra en concurso de acreedores

La Fundación Bidaide negocia con la plantilla las condiciones del despido y busca una salida para otro centro educativo en Amurrio

Martes, 22 de julio 2025, 00:56

La Fundación Bidaide, propietaria del colegio concertado bilbaíno Jesús María (JM), ha entrado en concurso de acreedores ante la incapacidad para hacer frente a sus ... deudas. Tras la fallida integración con Jesuitinas y el rechazo de las familias al nuevo proyecto educativo, JM ha perdido todo su alumnado y cerrará sus puertas en agosto. La situación conlleva, entre otras cuestiones, el despido de 65 personas. La fundación cuenta con otro centro educativo en Amurrio para el que ya busca una solución que garantice su viabilidad.

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La que iba a ser la primera fusión entre dos colegios concertados vizcaínos terminó en un rotundo fracaso y la gran mayoría de familias de JM, contrarias al nuevo proyecto, puso rumbo a otros centros. Diferencias en torno a la matrícula, el futuro económico del nuevo centro y un tenso clima social en JM acentuado por la convocatoria de una huelga indefinida acabaron con el nuevo proyecto antes de nacer.

Así las cosas, Bidaide, como propietaria y titular de JM, debe hacer frente a la indemnización de 65 trabajadores, entre docentes y otro personal. Fuentes de su equipo jurídico explican, en conversación con este periódico, que no pueden hacer frente a todas las deudas. «Hay que pagar a mucha gente», apuntan.

Se da la circunstancia de que las instalaciones de JM, ubicadas en un entorno privilegiado en las faldas del monte Artxanda con vistas a Bilbao, no son propiedad de Bidaide. Cuando adquirió el centro hace ocho años, la fundación únicamente se hizo cargo de la prestación del servicio educativo. No obstante, el inmueble continúa siendo propiedad de la orden que dirigió hasta entonces el colegio, la congregación de las religiosas de Jesús María.

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Es por ese motivo que Bidaide ha solicitado entrar en concurso de acreedores, que ha sido aceptado por el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Bilbao. El juez ha designado un administrador concursal y en estos momentos se negocia con la plantilla, representada por el sindicato ELA, las condiciones para ejecutar un ERE. En caso de no alcanzar un acuerdo, sería el Ministerio de Trabajo, a través del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), quien se encargaría de las indemnizaciones, abonando a los empleados 20 días por año trabajado con un máximo de doce mensualidades.

Liquidación

Las mismas fuentes apuntan la intención de liquidar la fundación al final del proceso concursal, para el cual no hay establecido un plazo límite. Eso implicaría también el despido de cuatro trabajadores de la oficina central que Bidaide tiene en San Sebastián.

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El caso tiene una derivada. La fundación es también propietaria de un segundo centro educativo, Amaurre –el antiguo Virgen Niña–, ubicado en Amurrio. Fuentes de Bidaide explican que su objetivo ahora es buscar una solución que garantice a futuro la viabilidad del colegio una vez se disuelva la fundación. El centro cuenta con unos 300 estudiantes de Infantil, Primaria y Secundaria y 43 trabajadores. El equipo directivo ha declinado realizar comentarios.

La Fundación Bidaide fue creada en 2014 por Kristau Eskola, la principal patronal de colegios católicos de Euskadi. Según explica en su página web, nació «como un instrumento estratégico para la red de Kristau Eskola garantizando la continuidad de los proyectos educativo-pastorales de las instituciones que consideren necesario reforzarse». En sus estatutos señala que su objetivo es «crear, reforzar y mantener la oferta educativa conforme a los principios y valores propios de la doctrina de la Iglesia Católica».

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