Una fuga de gas obliga a desalojar los comercios y cerrar varias horas la calle Máximo Aguirre de Bilbao

La Policía Municipal ha cortado el acceso a la calle por varios puntos, y por el momento, se están realizando las labores de contención del gas por los riesgos que puedan producir en los vecinos. Se desconoce cuándo van a volver a abrirlos. Hasta el lugar también se han desplazado un total de tres dotaciones de bomberos más un vehículo de mando.

«Estábamos en uno de los bares de la calle y hemos salido porque olía a gas», cuentan dos electricistas que se encontraban en uno de los locales de la calle Máximo Aguirre minutos antes de lo sucedido. «La última vez que ocurrió tardaron dos horas en arreglarlo. Estamos esperando», añaden.

Algunos vecinos se han a amontonado en la calle Rodríguez Arias a la espera de que abran el acceso para poder ir a trabajar o a casa. María Jesús, vecina de San Ignacio, iba a visitar a su hermana, pero no le han dejado pasar. «Me ha llamado por teléfono diciendo que desde la ventana ha visto que había una fuga de gas y estoy esperando porque no puedo acceder». A su lado se encontraban algunos empleados que trabajan en la misma calle y que tampoco podían pasar. Los agentes recomiendan retomar la ruta por la Gran Vía.

Unai Carmona, vecino del portal número 21 de la calle Máximo Aguirre, estaba en casa cuando ha escuchado portazos en la puerta. «Eran los bomberos y estaban con el traje entero puesto y nos han dicho que desalojemos el edificio. En casa no hemos olido a gas, pero en cuanto he salido a la calle olía muchísimo. Han empezado a echar agua con manguera por toda la calle», relata.

Su vecina, Ana Gutiérrez del Río, del mismo bloque, ha sido la primera en desalojar el inmueble con el susto en el cuerpo. «He ido a cerrar la ventana porque olía mal y cuando me he asomado he visto que la señora del portal de enfrente salía corriendo tapándose la nariz y me he asustado un poco. He ido a la parte de atrás de la cocina, la más alejada de la calle, y he llamado al 112. Me han dicho que tenían el aviso de un escape de gas. A mí me han aconsejado que me quedara en casa y que en caso de evacuación me avisarían los bomberos». Pasado un rato, uno de ellos le ha hecho señas desde la calle para evacuar. «Nada más bajar me han pedido la llave del portal para ver si había más vecinos en la casa y en el edificio. De momento no podemos entrar hasta nuevo aviso. Da miedo. Una fuga de gas es peligrosa, porque nunca sabes si puede explotar algo en cualquier momento».