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Los forenses de la Audiencia vizcaína consideran que el trastorno por estrés postraumático que sufre la víctima de los supuestos abusos sexuales por parte ... del exentrenador del club femenino de baloncesto de Gernika Mario López, es compatible con el relato de los hechos denunciados, según declararon ayer los peritos en la tercera y última sesión del juicio que se sigue por el caso en la Sección Sexta. Los peritos no descartan que pueda haber influido también en su estado la situación familiar, según los escasos detalles que han trascendido de la vista, que se celebró a puerta cerrada a petición de la víctima para preservar su intimidad.
La mujer, que en la actualidad tiene 39 años, denunció el pasado mes de junio que cuando era menor, entre los 13 y los 16 años, fue víctima de abusos sexuales por parte del que fue su entrenador de baloncesto, que entonces tenía 31, en un equipo infantil y en cadete. Durante 23 años mantuvo silencio por el «terror» que, según declaró, le producía el acusado. Fue la psicóloga a la que estaba acudiendo quien la animó a presentar una denuncia por los hechos.
El juicio quedó ayer visto para sentencia después de tres intensas jornadas. En su turno de última palabra, el acusado insistió en que la relación con la supuesta víctima había sido de «cariño y respeto» y recordó que ha entrenado «a unas 4.000 menores» en estos años. «He dado mi vida por el baloncesto femenino y nunca he agredido sexual ni físicamente a nadie», concluyó.
Él, que también fuera seleccionador de baloncesto, negó en su declaración haber mantenido contactos sexuales con la menor, aunque admitió que existió entre ellos un flirteo. Para intentar demostrarlo, presentó como pruebas varias cartas que le escribió la joven con mensajes cariñosos y un informe médico y fotografías que evidencian que padece vitíligo en sus partes íntimas, algo que la víctima desconocía.
Jugadoras y amigas de la denunciante describieron el clima de «agresividad» en que se desarrollaban los entrenamientos y partidos que dirigía Mario López, mientras que otros entrenadores y árbitros lo encuadraron en la elevada competitividad de este deporte.
La Fiscalía mantiene su petición inicial de 14 años de prisión para el acusado por un delito continuado de abusos sexuales, prohibición de acercarse a Gernika durante diez años y 20.000 euros de indemnización para la víctima. La acusación particular eleva la solicitud a 18 años de cárcel y a 150.000 euros por daños morales. Y la defensa pide que se considere prescrito el delito por el elevado tiempo transcurrido.
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