El feminismo sindical nos llena de energía y esperanza porque nos une con la larga cadena de reivindicación y rebeldía de aquellas que nos precedieron: ... las del textil, cigarreras, maestras, enfermeras, dependientas, jornaleras, las de la dependencia.
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El feminismo sindical es la energía proveniente de las luchas de las mujeres trabajadoras, de las que protagonizaron huelgas, de las que protestaron por los bajos salarios, por las largas jornadas, por la necesidad de conciliación y contra violencia sexual.
El feminismo sindical es la esperanza que, a partir del ejemplo de las que fueron, nos anima a la lucha de las que estamos para crear mejores mundos.
No ha sido fácil, no nos han regalado nada, hemos luchado para acceder a un ámbito laboral que se nos negaba; pero estamos superando los obstáculos que nos han puesto para lograr un empleo que nos permite obtener autonomía e independencia económica.
Las mujeres no solo necesitamos y queremos derechos, sino también la libertad e igualdad necesaria para poder ejercerlos. Necesitamos hacerlo juntas, como dice la canción: «Yo por ellas, madre, y ellas por mí».
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Este feminismo sindical nos hará mujeres más autónomas, felices e independientes.
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