El exprofesor de Gaztelueta, en libertad hasta que se pronuncie el Supremo

La sección Primera de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha acordado esta mañana mantener en libertad a José María Martínez Sanz, el exprofesor de Gaztelueta condenado por abusar sexualmente de uno de sus alumnos. El tribunal que le impuso 11 años de cárcel ha valorado que no existe riesgo de fuga ni de reiteración delictiva, así como que su sentencia aún no es firme, puesto que la defensa ha anunciado que presentará recurso de Casación ante el Tribunal Supremo. Eso sí, los jueces han decidido retirarle el pasaporte para evitar que abandone el país, al tiempo que le obliga a comparecer semanalmente ante un Juzgado de guardia.

Estas medidas se han acordado en una vistilla que ha arrancado a las 10.00 horas para resolver sobre la petición de ingreso en prisión «inmediata» solicitada por la letrada de la víctima, Leticia de la Hoz. En la sesión, en la que ha estado presente el exdocente y su abogado, Eduardo Ruiz de Erenchun, la Fiscalía ha apoyado los argumentos de la defensa para mantenerle en libertad hasta que haya sentencia firme. «El tribunal ha tenido en cuenta que desde el primer día y en todo momento se ha presentado cada vez que ha sido requerido. Si quisiera haberse fugado, es obvio que el mismo día que se conoció la sentencia podría haberlo hecho, y sin embargo ha comparecido hoy aquí», ha explicado Ruiz de Erenchun.

El procesado ha recibido esta misma mañana de forma oficial el fallo de la sección Primera, por lo que a partir de ahora su representante legal procederá a presentar el recurso ante el Supremo. Dispone de cinco días para anunciar este movimiento ante la Audiencia Provincial de Bizkaia y de otros 15 hábiles para tramitarlo ante el alto tribunal, con lo que teniendo en cuenta las Navidades, no será efectivo hasta enero.

El Supremo suele necesitar, de media, nueve meses en estudiar y pronunciarse sobre un recurso, aunque según los cálculos de los letrados, este caso podría prolongarse hasta un máximo de un año. De ahí que el profesor podría continuar en libertad, al menos, hasta las próximas navidades.

En la vistilla de hoy, la acusación ha esgrimido que, vista la «gravedad» de la pena, existía «alarma social, peligro de reiteración del delito» y riesgo de que el docente huyera para evitar su encarcelamiento. Apoyaba su razonamiento en que había residido un año en Australia, país al que se desplazó justo después de que salieran a la luz las acusaciones de su víctima. Allí impartió clases en un colegio del Opus Dei, prelatura a la que pertenece –es un numerario–, por lo que De la Hoz argumentaba que podía disponer de una red de apoyo para poder fugarse.

El tribunal, sin embargo, ha desestimado este razonamiento y ha decretado, siguiendo el criterio que aplica en estos casos, que Martínez permanezca en libertad hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie. «Teníamos que intentarlo para evitar que este señor cometiera algo parecido. Pero acatamos la decisión de la Sala. Para la familia no era determinante que entrara en prisión o no. Les da igual esperar un año porque estamos convencidos de que el Supremo va a confirmar la sentencia», ha valorado De la Hoz.

Hasta que llegue la decisión del alto tribunal, Martínez no podrá salir de España y, presumiblemente, residirá en Pamplona, ciudad a la que se trasladó tras regresar de Australia. «Tenemos confianza de que el Supremo case la sentencia con nuestro recurso y salga absuelto. Por pura estadística, es verdad que será complicado, pero disponemos de argumentos técnicos sólidos que, incluso respetando parte de los hechos que declara la Audiencia, la pena pueda bajar hasta 3 años», ha expuesto el letrado.