Los expertos en geología, topografía e ingeniería tardaron cuatro días en entrar en el comité de crisis
Las instituciones han creado en estos 13 días hasta cuatro foros distintos con políticosy técnicos para gestionar la catástrofe de Zaldibar
a. La maratoniana sesión de la Diputación Permanente de ayer permitió establecer el relato definitivo de cómo ha gestionado el Gobierno vasco el derrumbe del ... vertedero de Zaldibar desde el instante en la que la 'lengua de residuos' se deslizó sobre la autopista A-8 y atrapó a dos trabajadores de la empresa. Una descripción cronológica elaborada con retazos de las explicaciones del lehendakari y sus consejeros que pone de manifiesto la evolución que ha tenido la calificación y manejo de este incidente, que ha pasado de ser un «accidente laboral» con incidencias sobre el tráfico a convertirse en la mayor crisis medioambiental en las últimas décadas en Euskadi. «Un desastre», según la definición ofrecida ayer por Urkullu.
La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, recibió el primer aviso a las 16.13 horas del jueves. «Una lengua de materiales desprendidos de un vertedero había cortado la autopista en ambos sentidos, que podía haber coches atrapados y se habían movilizado los primeros recursos de emergencias», describió ayer en el Parlamento.
Pocos minutos después se adoptó la primera decisión de calado institucional: constituir una «mesa operativa de crisis». Como la autopista estaba cortada, su primera reunión tuvo lugar en la sede de Interbiak en Iurreta. La presidió la propia Beltrán de Heredia, y su viceconsejero, Josu Zubiaga – a partir de entonces cargo clave en la gestión de la crisis–, así como el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, y el de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales. La prioridad aún era despejar la autopista y buscar a los, en principio, seis desaparecidos, que luego se quedaron en dos: Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán.
Esa primera mesa operativa de crisis se trasladó al día siguiente al centro de emergencias de Txurdinaga y pasó a tener un formato más amplio. Se incorporaron responsables de las consejerías de Medio Ambiente y Salud, así como de Osalan (salud laboral), Diputación de Gipuzkoa, «así como personal especializado en el tratamiento de amianto».
El lehendakari confesó ayer que al día siguiente, sábado, decidió crear una mesa interinstitucional al más alto nivel, con la presencia de los consejeros y viceconsejeros de Seguridad, Medio Ambiente, Trabajo y Salud; el diputado general de Bizkaia y el Infraestructuras; y los alcaldes de Zaldibar, Ermua y Eibar. Y como coordinador, el secretario general de Lehendakaritza, Jesús Peña, hombre de la máxima confianza de Urkullu.
Pero ese grupo no se reunirá hasta el lunes, cuatro días después del incidente. Para entonces, las informaciones ya apuntan a un desastre medioambiental de imprevisibles consecuencias, con más de medio millón de metros cúbicos de tierra contaminada con amianto. Además, un incendio combustiona parte de los residuos acumulados –sin saber exactamente cuáles son porque hay dudas sobre los controles a los que era sometido el vertedero– y los equipos de rescate siguen sin localizar a los dos desaparecidos. La preocupación entre los vecinos del entorno comienza a tornar en indignación. ¿Cómo se sofocará el fuego? ¿Habrás más derrumbes? ¿Hay peligro para los ciudadanos?
Campañas de Twitter
Es en esa reunión cuando se acuerda formar una «Mesa Técnico Operativa general», en palabras de Urkullu, que desde entonces se ha reunido a diario. Ahí es cuando se incorpora «personal profesional experto en geología, topografía e ingeniería», que aportarán criterios técnicos a las decisiones de los responsables políticos e institucionales.
Ese lunes, en Zaldibar, comparecen ante los medios los consejeros Beltrán de Heredia (Seguridad) e Iñaki Arriola (Medio Ambiente), acompañados por varios viceconsejeros. Será la última vez que ambos aparezcan en público para dar explicaciones sobre la crisis. Esa tarde, Urkullu comparece en Lehendakaritza y anuncia elecciones para el 5 de abril. Sólo se refiere a Zaldibar tras preguntas de los medios. Todavía habla de «fatal y fatídico accidente laboral» y denuncia «campañas de Twitter» que le critican por no haber visitado el lugar del accidente ni haberse reunido con las familias de los desaparecidos.
Desde ese día los rostros visibles de la crisis pasan a ser Jesús Peña, varios viceconsejeros y el responsable de URA, la Agencia Vasca del Agua. Ellos son los encargados de dar explicaciones. Arriola sólo ofrece un 'canutazo' al portal del Gobierno vasco.
Hasta ayer. Aquel derrumbe del día 6 lleva a Urkullu y a cuatro consejeros a protagonizar una comparecencia sin precedentes en el Parlamento vasco para dar explicaciones de su gestión. Se refirió a una situación «excepcional, extraordinaria, inusual y totalmente impredecible».
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