«Euskaraldia no va a salvar la lengua, pero es un paso en la buena dirección»
La iniciativa para impulsar el uso del euskera está ya inmersa en una edición primaveral que ha llenado las calles de chapas de 'ahobizi' y 'belarriprest'
Euskaraldia inunda desde el jueves las calles vascas con chapas de 'ahobizi' y 'belarriprest' que invitan a practicar el euskera. La cuarta edición se ha ... trasladado a fechas primaverales para darle un nuevo impulso a la iniciativa y aprovechar el buen tiempo y más horas de luz para intensificar la presencia en los municipios y que la lengua florezca durante 11 días. El coordinador de la iniciativa, Jon Kobeaga, se muestra satisfecho con la marcha de esta edición y llama a la ciudadanía a ponerse la chapa, ese «artefacto mágico», que posibilita las interacciones entre euskaldunes, independientemente del nivel del idioma que uno tenga.
– ¿Qué balance hace de las primeras horas de Euskaraldia y del trabajo previo?
– El balance para nosotros es positivo sin duda alguna. Hemos constatado una activación social en los pueblos y ciudades y esto se ha producido gracias a la coordinación y al trabajo de voluntarios de toda Euskal Herria. Ha sido espectacular y desde aquí quiero agradecer a toda la gente que se ha implicado en el ejercicio. Además, no importa la situación sociolingüística, tanto en sitios donde se habla más euskera como en lugares donde se habla menos estamos viendo que el ejercicio se acoge positivamente.
– ¿Por qué se decidió el cambio a primavera? ¿Para propiciar esa movilización?
– Efectivamente, desde la primera vez que lo organizamos el 2018, tanto las comisiones locales como la coordinación veíamos que otoño igual no era la mejor época para organizar un ejercicio de esta índole, porque al final lo que buscamos es que haya vida social, que haya intercambio y que haya encuentros entre personas. En primavera es más fácil que haya más vida social, los días sean más largos y hay más horas de interacción y de encuentros. Es decir, hay más oportunidades de cambiar los hábitos lingüísticos.
– En los últimos años, la radiografía del euskera muestra que, pese a que hay mayor conocimiento que nunca, los datos de uso habitual están estancados.
– Es ahí donde entramos nosotros. Veíamos que se habían dado pasos hacia adelante en cuanto a conocimiento del euskera, pero que el uso social del euskera estaba estancado. Por tanto, había un consenso para trabajar más a fondo la utilización del idioma. Euskaraldia se creó con este objetivo y, aunque somos conscientes de que no vamos a salvar el euskera nosotros solos, estos ejercicios son muy necesarios y muy válidos para dar pasos en la buena dirección.
– Más allá de los 11 días de Euskaraldia, hay tendencias positivas que se mantienen en el tiempo.
– Sí, al final hemos visto que dos tercios de las personas que han participado, una vez pasados tres meses, todavía siguen manteniendo los hábitos adquiridos durante el ejercicio. Por ejemplo, amigos que conocen el euskera pero tenían hábitos lingüísticos llevados al castellano o al francés y que tras el ejercicio han recuperado su comunicación en euskera. O, en el ámbito laboral, muchas empresas en las que han seguido usando el euskera en reuniones o impulsándolo dentro de las compañías. O algo tan bonito como ir a un comercio local y encontrarte al dependiente, con el que hablabas en castellano, con la chapa de Euskaraldia. Todo es gracias a esta chapa, que podemos decir que tiene un poder mágico: es el artefacto que elimina todo el estrés lingüístico y que facilita espacios a las personas que tienen un poco más de dificultades para hablar euskera.
– ¿Se han planteado que Euskaraldia pase a ser anual?
– Ahí hay opiniones diferentes en la organización, pero de momento no. Tanto por el nivel organizativo que requiere como por la carga de trabajo y de compromiso de las comisiones locales, vemos que con organizarlo cada dos años es suficiente. Además, hay que compaginarlo con otros proyectos como la Korrika, que también tiene un poder de activación muy potente.
«El euskera debe ser vehicular y su enseñanza gratuita»
La lengua vasca tiene como uno de los grandes retos adaptarse a la realidad social de una comunidad autónoma cada vez más multicultural y en la que conviven decenas de idiomas. Ante ello, Kobeaga llama a que se blinde el acceso gratuito y universal al euskera.
– La sociología vasca es más diversa que nunca en una Euskadi donde cada vez se hablan más lenguas. ¿Cómo debe relacionarse el euskera con este fenómeno?
– Creemos que el euskera tiene que ser nuestro idioma vehicular y, entonces, lo que queremos es ofrecer a toda la gente que llega a Euskal Herria y que vive aquí oportunidades para que aprendan euskera. Y una de las mejores maneras de aprender un idioma es utilizándolo. Y lo que hacemos es crear espacios seguros para que toda la gente que está emprendiendo ese camino del aprendizaje puedan practicar sientiéndose cómodos.
– Hoy en día la inmensa mayoría de alumnos de la enseñanza obligatoria son del modelo D, pero entre los adultos el aprendizaje gratuito del euskera no está garantizado. ¿Hay que incidir ahí?
– Claro. Al final es importante que todo aquel que quiera aprender euskera tenga facilidades para ello, entre ellas, que sea gratis. Aunque en nuestro caso, desde Euskaraldia nuestro ámbito es, más que la enseñanza, el uso en el ámbito social, no tan formal. El reto es que el euskera sea una lengua normalizada y de uso habitual, y para eso hay que combinar las aulas y la calle.
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