Un joven, en su habitación en casa de sus padres.

El Gobierno vasco incentivará con un 'sueldo juvenil' mensual la emancipación a los 28 años

El Gobierno vasco presenta una estrategia hasta 2030 que incluye políticas de empleo y subvenciones variadas para reducir en más de dos años el momento en el que dejan el hogar familiar

Miércoles, 7 de diciembre 2022

Ya llegamos tarde para frenar el declive demográfico, pero nunca lo es para amortiguar su impacto. Eso es lo que pretende hacer el Gobierno vasco y por ello ha presentado este miércoles su estrategia hasta 2030 para favorecer la emancipación juvenil. La lógica que justifica la maniobra es que no nacen niños, en buena medida, porque los jóvenes ven truncados sus proyectos vitales debido a sus precarias condiciones laborales y el elevado precio de la vivienda. ¿Quién va a animarse a formar una familia en esa situación?

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Es cierto que cada vez más optan por no tener descendencia; en concreto, el 15% de quienes tienen entre 18 y 29 años dicen que no desean ser padres. Pero muchos otros, queriendo, no pueden. En esos se fija el plan vasco, que dio a conocer Jonan Fernández, secretario general de Transición Social y Agenda 2030, tras el Consejo de Gobierno. El objetivo prioritario es bajar la edad de emancipación en Euskadi de los 30,2 años actuales a los 29 en 2025 y a los 28 en 2030 (aún así nos quedaremos bastante peor que la media europea, que está en 26,2). No se especifican los recursos presupuestarios que habrá que dedicar a todas las medidas, pero sí se avanza la filosofía y parte de las iniciativas en ámbitos fundamentales como la vivienda y el empleo.

En realidad la estrategia presentada por el Gobierno vasco es un compendio de medidas que ya están en marcha salpicadas por alguna novedad difusa. En este sentido merece mención especial «la creación de un programa de ayudas económicas a la emancipación para jóvenes entre 25 y 29 años». Se tratará de una prestación mensual, una especie de 'sueldo juvenil' aún por cuantificar -aunque Fernández ha dicho que será «significativa»- que requerirá de un periodo de empadronamiento previo y que se haya iniciado un proceso de emancipación por parte del beneficiario. Se irán concretando las cosas en el primer trimestre de 2023 y se activarán las ayudas en 2024. Lo que ya se ha determinado es que no será compatible con la RGI. Y lo que queda por definir, además de la cuantía y el tiempo, es la compatibilidad con otras ayudas como la prestación complementaria de vivienda (PCV, que supone un pago máximo mensual de 250 euros), la prestación económica de vivienda (PEV, de hasta 275 euros) y el programa Gaztelagun (ayuda al alquiler de 300 euros al mes).

Con todo este dinero se trata de compensar el desplome de los ingresos medios que está sufriendo la población vasca entre 25 y 29 años. En 2010 el sueldo en esta franja de edad era de 1.424 euros al mes, que ahora se ha quedado en 1.297. Si se tiene en cuenta el encarecimiento de la vida y la escalada del IPC, especialmente en el último año, el encogimiento del poder adquisitivo es aún más dramático para los jóvenes, que cada vez son menos y más necesarios.

Un mercado laboral hostil

Claramente los parches que suponen las ayudas públicas no van a dar solución solvente a un problema estructural que tiene que ver, sobre todo, con el mercado laboral y el encaje que tienen los jóvenes en él. Hacen falta, en fin, empleos de calidad y que quienes se incorporan al mundo del trabajo cuenten con perfiles codiciados por las empresas. Por eso la estrategia del Gobierno vasco para fomentar la emancipación incluye esfuerzos en las políticas de empleo, con la potenciación de la formación dual, programas de transición del mundo educativo al laboral, becas de formación para el empleo juvenil... El objetivo es que entre 2023 y 2024 se inviertan 82,5 millones de euros en este tipo de políticas, que acaben induciendo la creación de 13.500 puestos de trabajo entre jóvenes. Esto es algo que ya está contemplado en los planes del Ejecutivo de Vitoria para los dos próximos ejercicios.

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El problema de la vivienda también ocupa un apartado importante en la Estrategia 2030 al ser uno de los grandes problemas con los que se encuentran los jóvenes para dejar el hogar familiar. En este sentido se prevé incrementar el número de alojamientos dotacionales (soluciones de pequeño tamaño por un periodo máximo de cinco años), impulsar el 'cohousing' y 'coliving' entre jóvenes e intergeneracional, y aplicar en las promociones públicas el porcentaje máximo del cupo de viviendas destinadas a menores de 36 años, que es de un 40%.

Hasta ahora, según explican desde el Departamento de Vivienda, en cada nueva promoción se tenía en cuenta la situación de la zona para fijar los cupos. A veces se llega al 40%, y otras veces no. El cambio es que esa proporción ya no será la máxima, sino la obligada en todos los casos.

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Ahora, aportaciones

También apuntó Jonan Fernández a otras medidas ya conocidas como avanzar en la promoción del alquiler, por ejemplo, con la movilización de vivienda vacía que propiciará el canon que van a aplicar los ayuntamientos.

La 'Estrategia vasca 2030 para favorecer la emancipación juvenil' contempla además desde la articulación de préstamos para proyectos de emprendimiento hasta la adaptación de las tarifas del transporte, pasando por iniciativas para apoyar a jóvenes sin red de apoyo familiar como el conocido programa Trapezistak. Ahora se abre el plazo para recibir aportaciones y en marzo se producirá la aprobación definitiva de este documento con pretensiones tan ambiciosas.

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