Historia de una estafa de Amazon a un cliente de Bilbao

Los hechos se remontan al pasado 26 de enero cuando el cliente adquirió una encimera en Amazon por 450 euros, que abonó con una tarjeta de crédito. Ese mismo día Amazon confirmó el pedido. Sin embargo, 24 horas después, envió al comprador dos correos electrónicos cancelando el pedido y anunciando el reembolso. El 28 de enero, la víctima recibió otro email de Amazon con un mensaje del vendedor Kofferonline24-7. La compañía alemana lamentaba la anulación y le ofrecía la posibilidad de comprar otra vez el artículo. «El 29 de enero le contesto que sí quiero, pero al precio ofertado en un inicio: 450 euros».

Un día después, el cliente recibe un nuevo mensaje de Amazon en el que la firma alemana «acepta venderme el producto a 450 euros y me indica que haga una transferencia bancaria. Yo sospecho porque, aunque es un método seguro de pago, los mismos siempre se hacen a través de PayPal o tarjeta de crédito». El 30 de enero, el cliente consulta, «vía telefónica», con la plataforma estadounidense sobre «este inusual procedimiento de pago». Primero por teléfono y luego por email, le contestan que el correo enviado por Kofferonline24-7 a través de Amazon es «legítimo» y, según su opinión, le aconseja los pasos a seguir indicados por el vendedor. «Asimismo, me recuerda que la compra está protegida por la garantía de la plataforma, que asegura mi satisfacción o el reembolso del dinero». El día 30, «siguiendo las instrucciones», procede al pago por transferencia bancaria y, de inmediato, recibe la confirmación de pago de Amazon.

No obstante, ante la «falta de noticias», el cliente escribe el 5 de febrero a Amazon y, dos días después, contacta con el servicio de atención al cliente, vía telefónica, y les expone el caso. 72 horas después, la víctima recibe un correo electrónico del departamento de atención al cliente de Amazon en el que le explican que no se hacen cargo «por pagar fuera de la plataforma de pago por ellos indicada. Me dice que no estoy amparado por la garantía que asegura el reembolso y me recomienda ponerme en manos de la ley y la justicia. Alegan que ellos responderán solo a requisitorias judiciales que solo pueden ser utilizados por agentes del orden».

El 9 de febrero el vecino bilbaíno expresa a Amazon su disconformidad con la decisión alegando que «siempre» ha «hecho lo que me han dicho ellos. Les adjunto todos los correos y les hago notar que incluso legitimaron por escrito la forma de pago empleada y que, por lo tanto, deben entregar la compra o reembolsar el dinero». Curiosamente, ese mismo día, «mirando un poco en Amazon», el cliente encuentra la misma oferta en otra empresa y se lo comunica a la plataforma previniéndoles de que esta nueva compañía –Dresscoat– ha colgado un anuncio idéntico. «También les comunico que Kofferonline24-7 ha desaparecido y su catálogo ha sido sustituido por Dresscoat».

En dos ocasiones –el 12 y 22 de febrero– el comprador advierte a Amazon que sigue «sin respuesta, reembolso y mercancía». Finalmente, «tras dos conversaciones telefónicas», la plataforma le envía un escrito «en el que se lava las manos y me remite a la policía». La víctima se puso este lunes en contacto con su banco para intentar recuperar el dinero y este martes ha interpuesto una denuncia en la Ertzaintza y ha presentado una reclamación en Kontsumobide. «Tanto la Ertzaintza como Kontsumobide me confirman que he sido víctima de una estafa cometida por un vendedor de Amazon –Kofferonline24-7– que opera en dicha plataforma».

La víctima ha explicado a este periódico que en Kontsumobide le han informado de que Amazon «se está lavando las manos en muchos casos como este y que la clave está en pagar por transferencia. Eso es un pago fuera de la plataforma. En Kontsumobide me confirman también que está habiendo muchas estafas de este tipo y que estamos desprotegidos. Me dicen que el tema es dramático en el caso de personas mayores y no tan mayores».

Kontsumobide derivará la reclamación al Instituto Europeo de Consumo, ya que Amazon y Kofferonlines24-7, empresa vendedora en la plataforma, están radicadas en la UE (Irlanda y Alemania, respectivamente), mientras que la Policía autonómica investigará el caso con su unidad de delitos informáticos. «Es increíblemente terrorífico, infunde pavor, que un gigante como Amazon no responda ante una estafa cometida bajo su paraguas y con su bendición».