El crimen de Solokoetxe fue un encontronazo «casual» entre dos grupos que volvían a casa
El jefe de la Ertzaintza señala que la víctimay los tres detenidos por el homicidio «no se conocían» ni pertenecían a bandas
Una mera «casualidad». Es la única «motivación» que los investigadores han encontrado detrás el homicidio de Solokoetxe, después de realizar numerosas entrevistas con testigos y ... recopilar indicios, según apuntó ayer el jefe de la Ertzaintza, Josu Bujanda, durante una rueda de prensa para explicar los detalles de la operación que ha permitido la detención de los tres presuntos agresores, entre ellos el autor material de la puñalada certera en el corazón que acabó con la vida de Haitam G, de 21 años y origen marroquí, a primera hora del pasado domingo.
El intendente confirmó que se ha localizado el arma homicida, un «cuchillo casero», que está siendo analizado en los laboratorios de la Policía Científica, en busca de posibles restos de ADN. El máximo responsable de la Policía autonómica dejó abierta una incógnita. ¿De dónde sacaron el arma blanca los agresores? Bujanda reveló que no la llevaban encima ni la víctima o sus acompañantes ni los atacantes, sino que fueron a buscarla a un «espacio», un lugar que no pudo concretar para no perjudicar a la investigación.
Los agentes del grupo de homicidios del Servicio de Investigación Criminal Territorial de la Ertzaintza en Bizkaia (SICTB), que se encargan del caso desde el mismo momento en que se confirmó el fallecimiento del herido, han logrado reconstruir los momentos previos a la agresión mortal. La víctima iba acompañada por unos amigos, todos ellos ya identificados. Y tuvieron un encontronazo «por casualidad», según la palabra que empleó el jefe de la Ertzaintza, con los tres agresores, tres jóvenes -dos colombianos y un venezolano- de 31, 28 y 21 años, alrededor de las siete menos cuarto de la mañana en la calle Fika, en el barrio de Solokoetxe.
«Se insultaron y hubo una pelea», describió. Esta versión de los hechos descartaría el asesinato y apuntaría hacia un homicidio, porque se entiende que la víctima tuvo posibilidad de defensa, aunque este debate se dilucidará en el posible juicio. Según los testigos, los dos grupos se desplazaron enfrentándose arriba y abajo por el tramo de calle hasta que alguno de los agresores se hizo con un cuchillo y se lo clavó en el pecho a la víctima, que cayó desplomada. Un ejemplo claro de banalización de la violencia. En el suelo también se hallaron restos de una botella rota. Unos y otros «no se conocían de nada», o al menos los investigadores no han encontrado hasta ahora ningún vínculo entre ellos en sus indagaciones. Bujanda descartó que pertenezcan «a bandas o pandillas juveniles» como se llegó a barajar en un primer momento o que tuvieran rencillas previas entre ellos.
Según el intendente, el grupo 'Les Dernies Salopars' (LDS, 'Los últimos bastardos') con el que se asoció a la víctima al principio, cuando se pensaba que podía ser otro joven, «no nos consta que tenga ninguna actividad en Euskadi desde 2023».
Cuerpo lleno de tatuajes
El SICTB cree haber puesto nombre y apellidos a todos los que participaron en la pelea, aunque no niegan que, según avancen las investigaciones, pueda haber alguna novedad, por lo que no pueden descartar que se produzca alguna otra detención, ya que la operación no está cerrada.
El primero de los detenidos, un joven colombiano de 31 años, fue arrestado en Bilbao el lunes por la tarde, apenas un día después del homicidio. Otro, de 21 años y origen venezolano, considerado el autor de la puñalada mortal, fue detenido en Getxo. Y el tercero, de 28 años y con el cuerpo lleno de tatuajes, se presentó de manera voluntaria, aunque consciente de que la Policía le buscaba, al filo de la medianoche del lunes al martes en la comisaría de la Ertzaintza en Deusto, acompañado de un abogado. En ese momento, los agentes le tomaron declaración y fue trasladado a los calabozos en calidad de detenido. Alguno de los sospechosos ha alegado que creyeron que iban a ser víctimas de un asalto, aunque los investigadores no le dan credibilidad a esta versión autoexculpatoria. Cuentan con pruebas gráficas de que no hubo un acometimiento para robar por parte de la víctima y sus amigos.
El grupo de homicidios de la Ertzaintza «aún tardará unos días» en completar las declaraciones de los implicados, «que son muchas», en revisar imágenes de las cámaras y en analizar las «herramientas» que utilizaron los agresores en busca de pruebas biológicas, como el ADN, para completar el atestado y remitirlo al juez, junto con los arrestados. Disponen para ello de 72 horas desde que se produjeron las detenciones. Bujanda confirmó también que la víctima, Haitam G., tenía antecedentes por «delitos comunes».
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