«Ya era hora de que llegase el metro a Rekalde casi dos décadas después»
Vecinos del populoso barrio bilbaíno reciben con ilusión el arranque de la Línea 4 y piden que se elimine el viaducto «tras años de abandono»
Para las casi 50.000 personas que residen en Rekalde, el populoso barrio bilbaíno con identidad obrera y con el mayor porcentaje de nuevos vecinos de origen extranjero llegados a la capital– más del 11%–, que la línea 4 de metro tenga por fin una fecha de inicio, es una «buena noticia». Genera «ilusión», aunque con «matices y algo de resentimiento». Todavía son muchos los que recuerdan que tuvieron que salir a la calle para evitar que fuera el tranvía el que les uniese al centro. «Si no lo paramos, seguiríamos siendo de segundas y sin metro», afirman los residentes.
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«Nos parece bien que por fin tengamos metro, era lo que nos faltaba y es muy necesario. Te pone en el centro. Hemos aguantado mucho porque decían que se iba a hacer y no terminaba a llegar», comentó este sábado Víctor Pérez, mientras paseaba junto a su pareja y su nieta al mediodía por el centro del barrio. «Yo he estado cinco años viviendo aquí y ahora ocho llevo en Irala, mis hijas vienen al colegio a Rekalde, el metro vendrá bien para todo, para ir al centro, a la playa, es comodidad», afirmaba Barbara Guillén.
Para los residentes de mayor edad está es una forma de compensarlos tras años de estar «abandonados». Una vieja reivindicación que al final se salda. «Seguimos abandonados y lo seguiremos estando. Ahora dan la fecha en la que arrancará la obra, para finales de 2027, muchos de nosotros ni lo contaremos, ni lo veremos», lamentó Domingo, mientras disfrutaba de la mañana sentado en un banco «Rekalde es un barrio de pobres, a la vista de como nos han tratado, está claro, hay vecinos de primera y de segunda. Llevo aquí más de sesenta años, lo sé, aunque hay que decir que tenemos mucha oferta de líneas de autobuses», le apoyaba José.
Para Pablo, otro residente con movilidad reducida que recorre las calles en una silla de ruedas motorizada, el suburbano debía haber estado ya en marcha «hace diez años». «No lo voy a ver con mis ojos, a mí ya me da igual, con Rekalde los políticos se han portado mal, dijimos que no al tranvía, nos negamos, ¿y qué hicieron? castigarnos. Nos han penalizado durante más de una década sin nada», lamentó el residente.
Como suele suceder en este tipo de infraestructuras multimillonarias el mayor problema ha sido la financiación. Ha costado varios años que el Gobierno vasco y la Diputación alcanzasen un acuerdo para pagar el tajo. Con el anuncio del viernes se pone fin a más de un año de tensas conversaciones, por el dinero, pero también por el trazado. Prestar servicio desde Matiko a Rekalde requerirá una inversión inicial de 412 millones. Lakua aportará el 55% y el Ejecutivo foral el 45% restante. Un total de 6,7 kilómetros con seis estaciones: Rekalde, Irala, Zabalburu, Moyua, Parque de Doña Casilda y Deusto. La línea 4 enlazará en Matiko con la 3 y la futura 5, que llegará a Galdakao, según anunciaron el viernes el lehendakari, Imanol Pradales, la diputada general, Elixabete Etxanobe, y la consejera vasca de Movilidad, Susana García Chueca en un acto en el que también participó el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto.
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«Somos centro»
Aún así, el anuncio no ha aminorado el sentimiento de desamparo que recorre las calles de la zona y ha calado en sus vecinos. Quizás cambie en un futuro. «Como para no enterarnos de que tendremos metro. Si el viernes tuvimos aquí una buena parafernalia, pero solo esperamos que esta vez sea verdad y lo hagan rápido. En 2009 presentaron el primer proyecto, fíjate dónde ha quedado esa fecha, ni se sabe, en nada. A ver si ahora son capaces de hacer todo lo que dicen y, lo más importante, tratar a los barrios como se merecen. Vivimos debajo de una autopista, somos de segunda, tercera o incluso de cuarta. A nadie le importamos, se han caído coches, ruedas, de todo. La reivindicación de quitar el viaducto todavía es más vieja que la del metro, lleva cuarenta años encima de la mesa. Primero pidieron que no se pusiera, y no hicieron ni caso, en 2016 dijeron que lo iban a quitar y no hay ni proyecto ni nada. No se dan cuenta que vivir debajo de todo esto es suciedad, ruido...», destacó Edurne Zorrozua.
«Tenía que haber llegado hace mucho tiempo, más de dos décadas. Nos han hecho de todo, incluso tiraron una iglesia que era preciosa y nos pusieron un barracón en el centro de la plaza. ¡Manda narices!, un ejemplo más del abandono que hemos sufrido. Rekalde está a un paso del centro, somos centro, y se ha dado, sin embargo, durante años preferencia a otras zonas. Estamos a dos pasos, si se tarda un cuarto de hora a Licenciado Poza, pero encima de eso, luego nos metieron otra, nos fastidiaron bien con la autopista», recordó Amadeo González mientras paseaba con su padre por el centro del barrio.
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La obra irá para largo. Las instituciones no han dado una fecha de posible finalización, aunque el proyecto está blindado y el metro llegará a los barrios del sur de Bilbao en los que residen más de 150.000 personas y se dará servicio a 17 millones de usuarios anuales.
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