Pelea de porteros en Bilbao
Los vídeos prueban que los porteros del Moma entraron por la fuerza con porrasOcho personas están siendo investigadas por el brutal enfrentamiento en un restaurante del muelle de Olabeaga del pasado 18 de marzo y EL CORREO ha accedido a las grabaciones que investiga un juzgado de Bilbao
Ocho personas están siendo investigadas en un juzgado de Bilbao, entre ellas cuatro porteros de la discoteca Moma y su dueño, por «riña tumultuaria, tenencia ... ilícita de armas y lesiones» en la medianoche del pasado 18 de marzo en un restaurante del muelle de Olabeaga. El socio de la sala Sonora de Erandio y varios amigos, además de los responsables del establecimiento hostelero donde se produjo la refriega, se presentan como perjudicados en el procedimiento judicial.
Según se refleja en el atestado presentado ante el juez por la Policía Municipal de Bilbao, hubo un «primer conato» de violencia que quedó en una discusión verbal cuando el dueño del Moma fue al baño y al regresar a su mesa se chocó con uno de los amigos del otro empresario de la noche. Ambos, que dirigen dos de las discotecas con más éxito del momento en Bizkaia, arrastraban rencillas del pasado, ya que habían tenido un negocio juntos. El de Erandio le adquirió su participación y rompieron su relación desde entonces. Los dos coincidieron aquella noche en el mismo establecimiento tomando algo. El propietario de la Sonora celebraba un cumpleaños con su círculo de amistades y el del Moma se encontraba también con unos conocidos.
Tras intercambiar unas palabras en tono airado con el otro bando, el responsable de la sala de Rodríguez Arias llamó por teléfono a los controladores de acceso que tiene contratados como seguridad, que a esa hora se preparaban ya para levantar la persiana. Los porteros llegaron en un coche negro. Según se aprecia en unas imágenes incluidas como prueba en el proceso, pese a los intentos desesperados de los responsables del restaurante por impedirles la entrada, los del Moma irrumpieron por la fuerza en el establecimiento en busca del otro grupo.
Los cuatro porteros llevaban incluso una chaqueta con el anagrama de la discoteca en el pecho, vestían de negro y exhibieron tres porras extensibles y un cuchillo. Llegaron a utilizar las defensas para golpear a los amigos del responsable de la Sonora y arrojaron una silla por los aires. Los otros respondieron al ataque con las manos y cogieron un taburete con ademán de lanzarlo, aunque finalmente no lo hicieron. En las grabaciones se ve cómo dos de los responsables del restaurante de Olabeaga intentaron separar a los dos bandos sin ningún éxito. Uno recibió incluso dos bastonazos en la espalda. Es uno de los tres heridos que fueron evacuados al hospital de Basurto y que han presentado parte de lesiones por contusiones y alguna herida abierta. También el socio de la Sonora intentó parar la agresión.
Tres porras y un cuchillo
Para calmar los ánimos, el local encendió las luces y apagó la música, lo que coincide con el final de la reyerta. Aunque podía haber sido peor, el mobiliario, las sillas, copas y una planta, sufrieron desperfectos, pero ninguno de los clientes que en ese momento se encontraban sentados en las mesas se vio involucrado. «Ha sido uno de los momentos más tensos de mi vida», llegó a decir un testigo.
Agentes de la Policía Municipal de Bilbao, que tuvieron que desenfundar sus defensas, terminaron de enfriar el ambiente y cada grupo se fue por su lado. Agentes de la Unidad de Criminalística de la guardia urbana observaron las imágenes que habían quedado grabadas por las cámaras del local y apreciaron que se habían utilizado porras extensibles, arma reservada para las fuerzas de seguridad. Un dispositivo de la Policía local, dotado de material antidisturbios con el apoyo de la unidad canina, esperó al cierre del Moma para proceder a la detención de los cuatro porteros, a las seis de esa madrugada. Al menos uno de ellos admitió su participación en la riña y entregó de forma voluntaria la porra, que fue decomisada.
Tras ser puestos a disposición judicial, los arrestados quedaron en libertad mientras se investiga su participación en los hechos y a la espera de juicio.
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