Empresarios deportivos denuncian que se plantea un «macrogimnasio» en La Casilla que pone en riesgo una veintena de negocios cercanos
Piden una mesa participativa para que el espacio no quede «privatizado» durante 40 años y quieren que se destine a actividades para federaciones, colegios y universidades
El Ayuntamiento está en pleno debate competitivo con seis empresas que decidirán el proyecto definitivo de La Casilla, que incluirá la demolición del pabellón actual y la construcción de otro y una planta subterránea, además de la remodelación de la plaza. El presupuesto será de al menos 21 millones. Las futuras instalaciones deportivas saldrán a concesión durante un plazo de 40 años. De entre las seis empresas que están participando en la definición de las instalaciones, solo una es bilbaína. Tres pertenecen al sector deportivo. Y las principal opción que se está barajando, según la Asociación Vizcaina de Empresarios de Actividad Física (AVEAF), es convertir La Casilla en un «macrogimnasio», algo que les preocupa.
La entidad pedirá al próximo Pleno que se cree una mesa participativa sobre el futuro de las instalaciones. En representación de la asociación, Juan Garaizar ha explicado en la comisión prepleno que la instalación de un «macrogimnasio» en La Casilla amenaza a 15 pequeños negocios situados en las inmediaciones y a 6 estudios de yoga en los que trabajan al menos 200 personas, por lo que si se «sobredimensiona la oferta en la zona» , ha explicado, se atentaría contra el emprendimiento local que da vida a las calles, y también se restaría público a tres equipamientos deportivos municipales, por ejemplo el cercano Azkuna Zentroa. «Y ninguna de las actuales instalaciones está saturada, con colas en la puerta».
La instalación de un «macrogimnasio», ha alegado, también atenta contra los propios objetivos municipales que aparecen en la memoria del proyecto, en la que se contempla que La Casilla pueda acoger actividades para federaciones deportivas, colegios y colectivos. Las empresas participantes, ha explicado, como es lógico, buscan la rentabilidad económica y aunque para el Consistorio pueda suponer un coste cero la reforma del espacio gracias a la fórmula de la concesión, esto no será así, «ya que deberán seguir manteniendo el resto de instalaciones deportivas municipales con menos usuarios y además, se privatizaría un recinto municipal durante 40 años. Las instalaciones públicas se verían afectadas por esta macroinstalación deportiva». La asociación apuesta porque La Casilla se destine a las federaciones de deporte adaptado, al deporte universitario y albergue instalaciones como pistas de patinaje y pádel.
Mientras, Juan Carlos Gartzia, de Miribilla Bizirik, pedirá al Pleno la creación de un espacio público para el barrio de nueva construcción o habilitado en las lonjas vacías del barrio en el que puedan habilitarse zonas de estudio, actividades culturales, una bibliiteca, salas de ensayo o un local de atención a la tercera edad. A su juicio, el último equipamiento municipal en la zona, la ikastola Iruarteta, ha llegado tarde. La propuesta está avalada por 1.000 firmas recogidas entre los vecinos en dos meses.
