Estética. Últimos toques en el pelado y peinado de las vacas, con secador incluido. p. urresti

La elegancia de la ganadería

Certamen ·

Miles de personas asisten a la feria agrícola, ganadera y artesana de Gordexola, en la que destacaron los concursos de vaca frisona y asno de las Encartaciones

Lunes, 5 de diciembre 2022, 00:55

Mira, ¡un peluquero de vacas!» El niño, junto a su ama, contemplaba perplejo a un joven que repasaba el perfil de un hermoso ejemplar de ... frisona, con un cepillo en una mano y un secador en la otra, bajo un cartel en el que ponía 'Zona de pelado', bajo una carpa en la XXIX Feria agrícola, ganadera y de artesanía en Gordexola. La vaca en cuestión se preparaba para ser mostrada por su propietario en el decimonoveno Concurso de raza frisona de Bizkaia que, junto con el tercer certamen de Asno de las Encartaciones, era el principal atractivo de una jornada, que atrajo ayer a miles de personas a la localidad encartada.

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El 'peluquero' en cuestión era Gerardo Sarabia, cántabro, «del valle de Soba», según precisaba. «En realidad soy comercial de una casa canadiense de genética y este es un servicio que ofrecemos gratuitamente a todos nuestro clientes». O sea, se encargaba de dar los últimos toques a los ejemplares concursantes. Algo asombroso para los no pocos visitantes urbanitas, pero de lo más corriente para los ganaderos. Porque, como decía uno de ellos, «esto es un concurso, ¿no? Pues hay que meterse al jurado en el bolsillo como en cualquier otro de belleza».

El 'speaker' repetía que los ejemplares que participaban en el concurso de asnos eran «preciosos y elegantes»

La labor estética de Gerardo consistía en «levantarles el pelo del lomo, para disimular cualquier pequeña imperfección. Porque cuanto más recto sea el lomo, indica que es un animal con más potencia, con mejor unión, con buena estructura». Y no se trata solo de estética: «Esa buena estructura indica que el animal será mejor, dará más leche y tiene mejores cualidades morfológicas para vivir más años».

Irene Arnaiz, de Carranza, era una de las ganaderas que competía en el concurso, organizado por la Asociación Frisona de Bizkaia y en el que participaban 52 reses. «Traigo 13 terneras y vacas», comentaba Arnaiz, mientras veía pasar varios ejemplares camino del escrutinio del jurado. «La competencia es complicada», sopesaba. Y son múltiples los factores que se tienen en cuenta: «Que la vaca tenga el lomo recto, costilla abierta, amplia, la ubre grande, bien sujeta, que aguante mucha leche, buenas patas»... En fin, un mundo. A su espalda, por megafonía se oía como el juez valoraba el «magnífico sistema mamario» de un ejemplar.

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Miren Meabe con uno de sus burritos.

Mejor ubre

De hecho, había un reconocimiento específico dedicado a este apartado: el premio a la mejor ubre del concurso fue para una vaca de Miguel Gómez, cuya explotación, en Galdames, se alzó además con el galardón a la mejor ganadería, obtuvo el segundo premio en la categoría de gran campeona de novillas y el primero en el de gran campeona de vacas.

Al mismo tiempo que las reses se exhibían, un poco más arriba, los asnos en el certamen organizado por la Federación de Criadores de la raza Burro de las Encartaciones. Concursaban 24 criadores vizcaínos, alaveses y guipuzcoanos, con 60 ejemplares en total en cinco secciones o categorías. La alavesa Miren Meabe, de Cuartango, competía en cuatro y se llevó el primer premio en la de burritas de 12 a 36 meses con 'Cariñosa', y el segundo en el de burros mayores de 36 meses con 'Pantxito'.

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Cuando ya había obtenido el primer galardón pero aún no le había llegado el segundo, respondía que «los burros son muy sociales» a la pregunta de si son cariñosos. «No son animales productivos, ya no son de trabajo. Se crían porque nuestro principal interés es la conservación de la raza», la de las Encartaciones, «que es la autóctona». La principal característica de estos animales «es la talla». «No pueden superar el 1,24 metros a la cruz. Luego tienen la capa marrón oscura o negra y luego unas degradaciones blancas en la tripa, ojos y hocico». Todos los que concursaban lucían «preciosos y elegantes», como repetía el 'speaker'. La competencia era tan reñida que en algún caso se decidió por un rasgo tan mínimo como la perfección del último mechón de la cola.

Algunos premiados

  • Vacas frisonas. El primer premio de Gran Campeona de Novillas fue para un ejemplar de Jon Gutiérrez, de Carranza. El de Gran Campeona de Vacas fue para un ejemplar de Miguel Gómez, de Galdames.

  • Asno de las Encartaciones. Primeros premios para Miren Meabe, burritas de 12 a 36 meses; Ibon Agirregoikoa, burritos de 12 a 36; José J. Goikoetxea, burras de 36 a 72; Mikel González, burras de más 72 y Unai Urquijo, burros de más de 36.

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