Podemos y PSE, a dos escaños de la mayoría absoluta en el Parlamento vasco

Si los resultados de las elecciones generales de ayer se extrapolasen de forma directa a las autonómicas previstas para el próximo otoño, el Parlamento que saldría de las urnas sería muy diferentes al actual. La fuerza mayoritaria sería Podemos, que llegaría a los 25 escaños. La formación morada no tiene todavía candidato a lehendakari tras la espantada que dio Garbiñe Biurrun. Su victoria se sustentaría con un triunfo muy homogéneo en los tres territorios.

El segundo puesto sería para el PNV, que se quedaría en 18 escaños, 9 menos de los que tiene en la actualidad. La tercera posición sería para el PSE, con 11 asientos en la Cámara de Vitoria, mientras que el PP y EH Bildu empatarían a 10. Ciudadanos obtendría un escaño por Álava, el que tiene desde hace ocho años UPyD.

Unos resultados que dibujarían un complicado mapa postelectoral. Se da por hecho que tras los comicios autonómicos PNV y PSE intentarán trasladar al Parlamento el pacto que en estos momentos tienen en las tres diputaciones y los principales ayuntamientos vascos. El problema es que los números estarían lejos de dar. La mayoría absoluta es de 38 asientos, mientras que jeltzales y socialistas se quedarían en unos escasos 29, menos incluso de los que sumarían Podemos y EH Bildu, que podrían llegar a los 35.

Ventajas y obstáculos

La alianza que podría quedarse más cerca de la mayoría absoluta sería Podemos-PSE, que llegaría a los 36 escaños. Aun así, no está del todo claro que este pacto recabase los apoyos internos en ambas formaciones ni que fuese del agrado de buena parte de los cargos socialistas y de Podemos. La ventaja con la que contaría esta posible alianza es que para que no saliese adelante deberían unir sus fuerzas y votar en contra de ella PNV, PP, EH Bildu y Ciudadanos.

El Parlamento también tendría otra novedad. Sería uno de los menos nacionalista, con apenas 28 representantes abertzales, pero tendría una mayoría cómoda a favor del derecho a decidir.