Las niñas de Bilbao también visten de alta costura
Las hermanas Puente despachan prendas de lujo y diseños diferentes que se alejan de todo tipo de convencionalismos
DKNY, Karl Lagerfeld, Liu.Jo, Monnalisa, Twin-Set, Zadig&Voltaire.... Son algunas de las firmas más importantes de mujeres... y niñas. Porque sí. La alta ... costura está hecha a la medida de grandes y pequeñas. De muy pequeñas. Para niñas desde 6 años a jóvenes de 18 apasionadas por la moda, de gama alta, que sienten fascinación por marcas que les gustan a ellas y a sus madres. ¿Moraleja? Generaciones diferentes, pero gustos coincidentes.
En Anetta, tienda situada en pleno centro de Bilbao, las hermanas balmasedanas Itziar y Beatriz Puente despachan desde 2013 prendas de lujo y un estilo moderno, vanguardista y, también, desenfadado. El fondo de armario incluye de todo: bikinis, botas, mochilas, vestidos de lunares, pantalones, shorts, top vaqueros, camisetas... Tampoco faltan en este establecimiento de la calle Iparraguirre leggins de brillo, faldas, plumíferos, ositos de peluche de Diesel... En el amplio surtido abundan las prendas de marcas italianas. Y llama la atención, por encima de todo, el «hecho diferencial», ese aroma singular que tantas veces se desea y no siempre se consigue. «Las clientas salen distintas, no vistiendo como las demás», aplaude Itziar.
La diferencia tiene un precio. Es obvio que hay que rascarse el bolsillo. Pero, en momentos en que la moda cada vez tiene un carácter más global, se agradece un toque fresco y único. «Intento apartarme de todo lo que hay en Bilbao. Visto a niñas que van muy actuales, pero se aprecia que es diferente a todo lo que hay por la calle».
Anetta vende mucha ropa de ceremonia, porque es donde hay que dar el golpe con propuestas deslumbrantes, originales y nada al uso. Y a fe que lo consigue. Solo hay que echar un vistazo a un catálogo abundante en color y diseños 'fashion'. Las chavalas parecen salidas de pasarelas. «Son prendas muy especiales, con mucho tul y mucho encaje, pero, a la vez, también hay otra parte que es muy de sport». Las niñas van con shorts, con camisetas bonitas, con brillos, «con cosas muy actuales que se diferencian del resto».
Madres e hijas, vestidas iguales
Es muy habitual que a la salida de Anetta, madres e hijas salgan vestidas de forma idéntica, hasta el punto de parecer casi un calco. La moda, en este caso, acorta distancias y genera, salvando distancias, estilos clónicos. «Hay madres que tienen unos cuerpos maravillosos y las tallas cada vez son más altas. Muchas vienen a comprar solas, pero para vestirse ellas. Poco a poco, vamos captando más público», se felicita Itziar, que descubre algunos secretos. «Yo misma voy vestida de aquí, y mi hermana también, ¿eh?», aclara.
«Twin-Set, que es una marca de mayores, hace muchas cosas iguales para las pequeñas. La tendencia, sobre todo en Estados Unidos, es que las madres visten igual que las niñas. Ahora Londres también empieza a despuntar, pero poco a poco», detalla Itziar, que destaca la espectacular aceptación de las cazadoras. Se han convertido, evidentemente, en uno de los 'must have' de un establecimiento que entra por los ojos de los clientes a través de sus espectaculares escaparates y estanterías, donde reposan otros de sus imprescindibles: los bolsos de Liu.Jo. «Son los mismos que los de adultos, pero valen la mitad. En invierno, por ejemplo, vendo Blauer y las tallas 14 y 16 se las compran también bastantes madres. Así se ahorran la mitad», explica Itziar, orgullosa de impulsar un estilo propio con sus colecciones.
«La gente cuando entra a la tienda dice 'qué cosas más bonitas, pero por lo diferente'. Ves a niñas y adolescentes por la Gran Vía, las miras por detrás y van todas iguales», insiste la empresaria, encantada de contar con todo tipo de público, aunque, logicamente, no es ropa para todos los días. «El nivel, claro, es alto. Hay amamas, especialmente, que tienen muchos caprichos. Van arañando, luego te vienen un día y dicen 'pues voy a comprar esto a mi nieta porque me gustaba'». Todos los días, evidentemente, no se puede ir vestida de Anetta, aunque hay clientas que tiran la casa por la ventana. Es el poder de la alta costura, que fideliza como ninguna en Bilbao.
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