Estos cuatro hombres son de Bilbao y se maquillan
Tiran de colorete y cremas para ofrecer una buena imagen y un aspecto saludable. Cada vez más ejecutivos y chicos usan polvos para tapar imperfecciones, disimular arrugas... Pero muchos no lo confiesan
Jesús Albiz, Gorka Calvo, Iker Udaondo y Patxi Ortún. Estos cuatro hombres son de Bilbao y se maquillan. A su manera, este peluquero, jefe de azafatos de autobuses de lujo, zapatero especializado en el calzado a medida y el famoso relaciones públicas van abriendo camino y marcando tendencia en la capital vizcaína. Los cuatro tiran de colorete. Lo hacen para ofrecer una mejor imagen con una herramienta que sigue siendo mayoritariamente «cosa de mujeres», pero a la que ellos pretenden desproveer de cualquier género. Aseguran que se «maquean muchos más señores de los que creemos y que nunca imaginaríamos».
-
Jesús Albiz, de Ferrero Peluqueros
«Me tapo las imperfecciones»
Casi todo el mundo cree que Jesús se apellida Ferrero. Son «muchos años ya», afirma, al frente de Ferrero Peluqueros, uno de los salones de belleza más prestigiosos de Bilbao. Son también muchos años los que Jesús Albiz lleva maquillándose. Comenzó hace 15. «Recuerdo que, en una feria, llevábamos un producto y ahí ya me maquillaba. No es que lo haga a diario», confiesa, pero sí es cierto que hay muchas veces que debe asistir a ciertos eventos «o hacer ciertas cosas en los que es fundamental lucir una buena cara. Y para eso hay que utilizar una serie de cosméticos, que no son solo de mujeres», asegura. Albiz habla claro: «Los hombres nos maquillamos ahora porque tenemos que dar una buena imagen». Él recurre habitualmente a una crema con algo de tono «para tapar un poco las imperfecciones». Otras veces echa mano de «unos polvos» para dar un poquito de color a la piel.
Lucir una buena piel. Esa es la cuestión. «Es lo más importante», subraya. Tampoco se trata de maquillarse igual que las mujeres, pero el colorete viaja a diario en el bolso de Albiz. «Los chicos somos muy vagos, pero si queremos competir con el resto, al final tienes que preocuparte de tu imagen. Y no nos vamos a engañar. Yo me dedico a cuidar la de los demás y debo empezar por la mía, ¿no?», asiente. «Quizás al público de la calle le parezca extraño que un chico se maquille, pero muchos señores de Bilbao van con la cara maqueada, aunque sin llegar a ser una cosa artificial. En nuestro caso se busca la naturalidad». Ese parece ser el sello.
Más en Bilbao, una ciudad reacia de entrada a los grandes cambios de estética. Pero no se fíen de las apariencias. «Hay más señores de los que pensamos que llevan su hidratante con color o unos polvos. Tengo clientes de los que jamás te imaginarías que van maquillados. Son señores ejecutivos que no pueden permitirse una ojera porque les conferiría un aspecto cansado. Gais y heteros, hay muchos que se maquillan, pero no lo vamos contando, a diferencia de las mujeres».
-
Gorka Calvo, jefe de azafatos de Alsa Premium en Euskadi
«Iluminador, lápiz para cejas, fijador de pestañas...»
«Tengo 42 años y lo hago desde los 18. Siempre me he cuidado la piel y me he maquillado para protegerla del sol y mejorar mi aspecto». Calvo, jefe de azafatos de Alsa Premium en el País Vasco, nunca se anda con rodeos. Anhela ofrecer un aspecto «saludable» y «vender la mejor imagen», tanto a la gente en general, en su día a día, «como a los pasajeros». 'Sus' viajeros.
Por su trabajo, Calvo sabe que se lo tiene que currar y que no se lo ponen fácil: «Juego mucho con los cambios horarios. Hay rutas nocturnas y otras en las que tienes que madrugar mucho. Por eso, o tiras de maquillaje o es complicado conseguir un aspecto fresco a las seis de la mañana. Yo trabajo también de azafato», recuerda. Y, claro, la imagen es imprescindible. «Absolutamente», recalca. Gorka consume productos de Jean Paul Gaultier, de la línea masculina 'Le Male', y también de Guerlain. Son sus marcas favoritas. «Esta última tiene unos polvos para hombre que suelo combinar con productos de mujer de Mary Kay. Aunque tenga mala fama, mi experiencia con este producto es buena. Es alta cosmética», expresa.
A Gorka nunca le han molestado las miradas indiscretas de gente que repara en su maquillaje. «Jamás me he sentido observado. De hecho, el secreto del maquillaje de un hombre radica, precisamente, en que no se note. Aunque sí recibo entre los pasajeros habituales agradecimientos del estilo 'Siempre tienes buena cara', 'Qué buen aspecto' o 'Qué buena piel tienes'». Es evidente que los halagos no le debilitan a Calvo.
Por eso agradece el tiempo invertido en 'su' cuidado. «Uso un corrector de imperfecciones para los puntos de la cara, un iluminador, un lápiz para las cejas, un fijador de pestañas, polvos minerales de color», enumera. «¡Ah, y también un labial!», añade. Un «montón de cosas» y, sin embargo, dice que se libra de llamar la atención porque son colores «mates y muy ocres, diseñados especialmente para hombres». Casi todo Jean de Paul Gaultier, reitera.
-
Iker Udaondo, de Customeus Zapatería a medida
«¿Por qué no lucir más saludable?»
Iker Udaondo es fiel a BB Cream. «Son varios agentes en una misma crema. Hidrata, protege del sol, incorpora una base de maquillaje y también un factor antiedad. Todo junto. Es más sencillo que tener que darse mil cremas y después tener que maquillarse», reconoce. El resultado, a su juicio, merece la pena: «Es verdad que te cambia bastante la cara. Te das esto y te queda mucho más saludable».
Ni sabe el tiempo que lleva usándola. «¿5, 10 años? Ni lo sé. Ahora ha salido otra con alta protección solar, que es mejor porque el sol estropea muchísimo la piel», agradece este zapatero especializado en el calzado a medida. Sí tiene claro que ya no podría prescindir de ella. «La uso todos los días. Antes me daba una crema hidratante a las mañanas, pero en cuanto descubrí esto... ¡Es tan cómodo!».
A Udaondo se le ve seguro mientras se retoca frente a un espejo. «¿Que si me da corte? ¡En absoluto! Seguro que hay algunos a los que les da un poco de apuro, pero entre las generaciones nuevas lo hacen casi todos. Todos los chicos que se cuidan un poquito, que van al gimnasio y se dan sus cremas... ¡Es super habitual que usen una base de maquillaje!», explica.
Como Calvo y Albiz, Udaondo advierte diferencias entre hombres y mujeres cuando tiran de brocha. «Nosotros apostamos por una base de maquillaje para tonificar el rostro, disimular imperfecciones y alguna arruga... Nos deja mejor sin que se note realmente que vas maquillado».
-
Patxi Ortún es relaciones públicas
«Las pieles no entienden de sexo»
Si hay un hombre atrevido y que se la juega en Bilbao, ese es Patxi Ortún, el relaciones públicas más famoso de la ciudad. «Después de la ducha, siempre me rasuro (la cabeza)», advierte antes de ponerse a explicar los pasos de su «'beauty' cotidiano. Después, me doy un aceite de Argán. Es muy hidratante y natural y luego me pongo una pequeña base de color. Eso lo hago a diario», resume.
A continuación, ejecuta su rituales, consistentes en «elevar y reafirmar el pómulo», a base de color, en busca de «ese moreno» que, dice, le proporciona «un cierto atractivo». Tampoco pasa por alto la barba: «Me la pinto en invierno porque me gusta mucho variar mis looks». El hombre que convirtió Distrito 9 en los años 80 en la discoteca que había que pisar sí o sí en Bilbao recuerda que por aquella época ya echaba mano de las barras de Bobbi Brown.
Las compraba cada vez que viajaba a Nueva York. «Dan todo tipo de color y son muy compactas. Van muy bien porque los chicos con barba debemos tener mucho cuidado a la hora de darnos cualquier producto. No tenemos pieles tan tersas y maravillosas como las chicas», describe. Patxi presume de amigos que «de repente» se hacen la manicura o se pintan las uñas en tonos naturales. Y también de colegas «obsesionados con ponerse pelo» y piensan en viajar a Turquía a practicarse implantes. «Ya no va a haber calvos», bromea, mientras lanza esta pregunta: «'¿Por qué uno no puede cuidarse entonces su cara?' No se trata solo de mimar el físico y tener músculos, sino poseer una piel jugosa y con calidad. ¡Y atractiva!», presume.
Ortún cree que «los gais» se han lanzado en masa al maquillaje. «El mundo gay es el más innovador, obviamente. ¡Y el más consumista! Hay que cuidarse. El consumo está ahí. Antes te llamaban maricón por llevar un bolso. ¿Cuántos 'heteros' llevan bolsos hoy? ¡Miles! Todo el mundo tiene que mejorar su aspecto», alienta. Y una forma es a través del maquillaje, sin diferenciar entre el uso de cremas masculinas y femeninas. «Para mí, todas son iguales. ¡Porque las pieles no entienden de sexo!».
Ortún, Udaondo, Calvo y Albiz forman parte de la legión masculina que se abre paso en Bilbao en un mundo que parecía reservado solo a ellas. «A todo el mundo nos gusta estar bien. ¿No querían las mujeres que fuésemos iguales? Ya lo empezamos a ser. El hombre se hace cirugías estéticas, tratamientos de rejuvenecimiento... Al final tenemos que competir en el mismo mundo y todos queremos agradar para sentirnos queridos», enfatiza Jesús Albiz.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
