Educación abrirá un aula de 2 años en El Karmelo para compensar el cierre de Mina del Morro

Los representantes de las familias comparecieron ayer acompañados por las asociaciones de padres de la Ikastola Karmelo y de la escuela Luis Briñas, los otros dos centros públicos del barrio, que apoyan su continuidad. «Queremos mostrar nuestro desacuerdo con las intenciones del Gobierno vasco para el futuro de Mina del Morro. Vemos su cierre progresivo con mucha preocupación porque necesitamos que continúe su proyecto educativo de inclusión», indicaron a través de un comunicado que leyeron en el patio y en presencia de numerosas familias de los tres colegios. «Es necesario que Educación mantenga la matrícula abierta tanto en las etapas de Infantil como de Primaria, para que los padres puedan traer a los hermanos de los alumnos que ya estudian aquí».

El Departamento que dirige Cristina Uriarte asegura que el número de plazas en la zona se va a mantener, ya que la Ikastola Karmelo -que deja cada año decenas de solicitudes sin poder atender- contará con una tercera clase por curso. El Gobierno vasco garantiza, además, que el colegio permanecerá abierto mientras los escolares que están ahora en primer curso de Infantil -tres años- acaben la Primaria. Sin embargo, la asociación de padres teme que muchas familias saquen a sus hijos porque no pueden matricular a sus hermanos pequeños y el centro acabe por desaparecer en un plazo corto.

Entre las familias de Mina del Morro el rechazo a la decisión de Educación es unánime. «No vemos la necesidad del cierre porque hay demanda de plazas. Mina del Morro es además un colegio con una larga tradición, han estudiado nuestros padres e, incluso, abuelos. Y estamos muy satisfechos con su actual proyecto educativo y con la implicación de los docentes. Las familias también tenemos mucha ilusión y ganas de trabajar. Está en juego el futuro de nuestros hijos», manifestó el portavoz de la agrupación de familias, AMPA, de la escuela.

Los padres rechazan el argumento del Gobierno vasco de que su intención es mejorar la «inclusión» del alumnado de este colegio -con mayoría de niños inmigrantes y de etnia gitana-. «La escuela no es un gueto. Funciona muy bien y la convivencia es buena», comentaban ayer Claudia y Luis, padres de cuatro alumnos. «Los profesores se están dejando la piel, es una injusticia. ¿Porqué quieren intervenir ahora que todo funciona bien y no vinieron hace cuatro años cuando realmente teníamos problemas?», se preguntaba indignada otra madre, Susana.

Los padres que se concentraron ayer en el colegio y protagonizaron una marcha por el barrio critican que Educación no ha contado con la escuela ni con las familias para tomar esta decisión. «Estamos muy contentos con que nuestros hijos estudien en Mina del Morro. Ellos están felices aquí. No tenemos ninguna queja de que en las aulas haya niños de diferentes nacionalidades y etnias», añadían Alba y Fernando, con un bebé al que no podrán llegar a la escuela junto a su hermano.

Los 14 maestros también apoyan la continuidad de Mina del Morro. «Hay una gran implicación del profesorado. Aplicamos prácticas educativas de éxito, los alumnos están mejorando los resultados y vienen muy contentos a clase. Estamos orgullosos de las familias y de los alumnos que tenemos», comentaba la directora, Ane Ortuondo. Defendió, además, que sí hay demanda de plazas: en el aula de tres años hay 16 alumnos y en el de 4 años, 14 niños, detallaba.

Los sindicatos censuraron con dureza la decisión de Educación de cerrar la matrícula en el aula de tres años en Mina del Morro. LAB reclamó «la puesta en marcha de un plan estratégico que garantice su viabilidad» y las inversiones que precise. «Con esta decisión, Educación deja al barrio bilbaíno de Santutxu, de 34.000 habitantes, con una escuela pública menos», advirtió la central, que mostró su temor a que «se facilite de este modo un desvío de la matriculación a ofertas educativas privadas». ELA considera que «perjudicará profundamente la situación de la red pública de Bilbao y del barrio de Santutxu». A su juicios, el cierre «vulnera el derecho de las familias a matricular a sus hijos en la educación pública».

Por su parte, el parlamentario de Elkarrekin Podemos Iñigo Martínez destacó que «si hay pocos alumnos lo que las instituciones deben hacer es bajar los ratios de las aulas y no cerrar escuelas». La coalición ha registrado una batería de preguntas dirigidas a Educación en las que exige un «esfuerzo» para mejorar la enseñanza pública y el mantenimiento de todas las aulas de esta red en la capital vizcaína. El grupo llevará sus reclamaciones también al próximo pleno del Ayuntamiento de Bilbao.